martes, 6 de agosto de 2013

Son Cosas De Niños

Telas_MontesinadasMamá y Papá llevan días revolucionados. Siempre que viajamos a África a visitar a mi otra familia pasa lo mismo.

“Son demasiadas maletas. Intenta optimizar el equipaje”. Dice Papá mientras da sus típicos golpecitos con el pie en el suelo.

“Optimiza, optimiza. Llevo sólo lo imprescindible”-responde Mamá subida de rodillas a una maleta rebelde que no puede cerrar y que parece embarazada de más maletas- “Déjame en paz y asegúrate de que llevamos todo en regla. Revisa los pasaportes, los visados, los papeles del coche  y comprueba la lista de cosas que debemos dejar hechas antes de irnos”.

Papá remira de nuevo los pasaportes, un pequeño fajo de billetes, los cuenta y lee con atención un papel con cosas escritas.

Al fondo del pasillo Amir, mi hermano pequeño, ha tirado el neceser al suelo y con el champú ha embadurnado el parqué, la pasta de dientes anda repartida por las paredes como si de pintura rupestre se tratara, su rostro parece el de un apache en pie de guerra; en una mano amenaza al mundo con una barrita de carmín y en la otra un montón de pastillas de diferentes colores.

“Y las medicinas, no olvides las medicinas que allí las necesitarás, están en el neceser”. Fue lo último que oí a Mamá antes de echarse a llorar.

El viaje a África tendría que retrasarse,  dijo mi padre por teléfono. Habíamos tenido un pequeño accidente doméstico.

Nota: Segunda apuesta para el certamen de "Purorrelato" de casa África.

2 comentarios:

  1. Me has mandado al pasado. Ya lo tenía leído y degustado. Como ya te dije entonces es el que más me gusta de los que produjiste para el concurso, aunque para los muy cercanos había truco. Sigo pensando lo mismo, me es fácil imaginar la escena y confundir el recuerdo de la privilegiada narradora con recuerdo de una anécdota, a toro pasado, que nuca ocurrió, o sí. Puedo imaginarme al tal Amir, con su bonita cara de niño bonachón en mitad de ese pasillo. O a su hermana contándolo a una selecta concurrencia, entre risas y palabras atropelladas.

    El viaje no espera, querido Manolo.

    Un abrazo.

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  2. jajaj eres un crack me alegro que te guste y te haga vervisiones de personajes tan cercanos.
    Tiene su punto elñ relato la verad y tú también lo tienes recien abuelo.
    Abrazos y gracias por entrar, leer y comentar.

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