miércoles, 6 de enero de 2016

Infestación

En qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse, se repetían una y otra vez. Ella con lágrimas contenidas surcando titubeantes el borde de sus párpados y amarrada a un crucifijo de madera. Él  sin apartar la mirada de la carretera rojiza, con la ventanilla abierta, sintiendo la aridez del viento y su sonido deshabitado, para no escuchar los gritos extraviados de su hija.  “Te  llevaré lejos, muy lejos, a algún lugar muerto  cerca de la frontera y le pegaré fuego al coche contigo dentro”. Los gritos se hicieron gruñidos, insultos y letanías poseídas de palabras incomprensibles. Siguieron  los golpes y las sacudidas en el vehículo hasta hacerlo volcar. 

14 comentarios:

  1. ¿No derraparía el coche en un líquido verde y viscoso?
    Abrazos, maestro.

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    1. Jajaja, no me quedé para verlo que me dan yuyu estas cosas. Abrazos

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  2. Si que se ha torcido esta chica. Un embarazo no deseado, mal; caer en la droga, peor; pero esto ya se sale de todos los baremos. Endemoniada muchacha.
    Un abrazo, Manuel

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    1. Ya te digo Ángel, mejor hubiera sido carterista porque en esta situación puede pasar cualquier cosa y encima los padres creyentes mucho peor.

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  3. Fanatismo sin acer en el tópico. Me gusta.

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    1. Gracias Miguel como siempre tu amabilidad anima un huevo. Abrazos

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  4. Mira lo que hace el guarro de tu micro... xDD

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    1. Jajaja amigo Vicente me acojona esa frasecita !!!!!Abrazos

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  5. Miedito da esta niña. Mejor no estar cerca de ella. A saber que está pensando hacer con cualquiera que se le acerque.
    Un abrazo de Gloria

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  6. Que pena no haber estado juntitos compitiendo... Te ha salido un micro de los que dan miedito... A ver con que me sorprendes para la semana!!!

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    1. Ya te digo, a ver si me trae suerte tu frase aunque no ando yo con la suerte en lo que a las letras se refiere. Lo mismo es que no digo ni cuento nada interesante. Abrazos meiga.Me estoy acabando tu libro.

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