
Se le evitaron cuitas amargas que pudieran minar su ánimo y
pasados unos meses, el reino tenía un legítimo heredero con una media luna
dibujada en su mejilla. La fecundación por cánula del físico judío había sido
un éxito a los ojos del hombre, pero también un posible pecado a los ojos
de Dios.
La corona eliminó a todos los testigos, el esclavo donante
conocido por su vigor y hombría fue devuelto al calabozo incumpliéndose todas
las promesas, se le cortó la lengua y se le abrasó la cara con ácido para
borrarle la media luna de su cara, pero no se le tocó el sexo imaginando que
tuvieran que requerirlo de nuevo.
Nota: Participación en la web ENTC (Esta noche te cuento) Tema del mes : "...Bajo la Luna LLena"
Ilustrador: Juan Luis López