El bate, «¡Eso,
bate!», se le resbalaba de las manos pringosas por el aceite lubricante, pero de un golpe
certero hizo estallar la pantalla de
plasma rompiendo en mil pedazos el reflejo de su desnudez y la de su improvisada
amante. Al otro lado, se escuchaba el jadeo mucoso que le pedía más, que no
parara y que lo mirara fijamente a los ojos
« ¡Esta ciudad pertenece a las alimañas! » y con otro golpe diestro, ya
sin testigos, por puro placer, tiñó de sangre el rostro amordazado de la chica.
Joder!!!! Pues no va a ser la música. Si es que la frasecita, jejeje... Un abrazo!!!
ResponderEliminarJajaja eso sí descarao vaya tela con el bate qué vas a hacer si no eres americano...
EliminarEs que si nos dan un bate hay que golpear algo, si no hay pelota, cualquier otra cosa redonda nos vale y la que tenemos más a mano es la cabez. Duro pero interesante. Un abrazo!!!!!
ResponderEliminarLo dicho no ser norteamericano y tener un bate lo uncio que se nos ocurre es eso atizar.Abrazos Juancho
EliminarMadre Manuel qué gore, jeje. Le diste otra utilidad al bate... aunque ya si eso lo dejamos para el béisbol...
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Jajajajajaj no sé jugar al beisbol !! jajajaja
EliminarPara qué nos vamos a engañar, con un bate en las manos sólo se pueden hacer un par de cosas, con más o menos estilo, eso sí.
ResponderEliminarUn abrazo, Manuel
No sé si tuvo mucho estilo pero sí que fue algo directo jajaja.Abrazosss
EliminarTe habrás quedado relajado después de escribirlo. ¡Qué bárbaro!
ResponderEliminarAbrazo, maestro.
Jajajajaja tampoco eras tan grande el bate jjajajaj
EliminarMadremiademivida Maestro, qué violencia.
ResponderEliminarAbrazos
No sé qué me ha dado la visión del bate que no me controlo jaja.Abrazoss
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