Montesinadas: Cuentos de Liliput

El lápiz con el que ella, cada mañana, se lo dibujaba  entre lágrimas, en su consulta, un ser a veces sin cabeza, otras sin manos y siemp...

En esa casa no vive Mizuki Tanaka . Hace algún tiempo que dejó su trabajo de maestro itamae, abandonó a su mujer y marchó, con una novia ...

Las palabras que ha aprendido por la noche las escribe con letra torcida en fragmentos arrancados del cartón que les sirve de manta. Evit...

Vivir a lo grande de los bienes gananciales  fue la  máxima de nuestro matrimonio durante los años que compartíamos todo con generosidad: un...

Por qué demonios sus dueños los han abandonado en ese inhóspito lugar  de la razón que produce monstruos. He decidido recogerlos y hacerlo...

Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir , pero ya era tarde. No prestamos atención a las señales que anticipaban, como decí...

Tanto visitante inesperado en casa me alteraba, pero tenía que estar a la altura de los acontecimientos. La observaba buscando en ella ra...

Tanto visitante inesperado obligó a modificar los planes del banquete. Sentar a las  hormigas cerca de los lagartos, como más tarde se c...

Erase   una vez la muerte. Y un novelista, y su personaje que salta al vacío del precipicio para escapar de las cuchilladas vengativas de u...

Ordenaron colocarle una venda en los ojos , aunque no era un gesto habitual en el ritual, no restaba solemnidad a la ceremonia y habí...

Ordenaron colocarle una venda en los ojos, lo amordazaron, le cubrieron la cabeza con un saco, lo esposaron y encadenaron todo su cuerp...

El cabo Hopkins repartía las cartas con la izquierda. El mismo lado al que, de manera obsesiva, aparecieron inclinados todos los cuadros de...

El cabo Hopkins repartía las cartas con la izquierda pero contra aquel soldado del Zar  giró el tambor del revólver  con la derecha en un...

Disfrazado de vendedora de manzanas, con la corona calada hasta las cejas y el cofre repleto de preferentes,  tóxicas  y algo de oro,  mon...

- Con cuidado para que no se les caigan los alfileres  -dijo Charo, la modista, mientras me ayudaba a quitarme el velo de rejilla, la cha...

Antes de que vuelva papá debemos tener todo en orden, tal y como nos aconsejaron. Lo primero, no dejes cuchillos a la vista y esconde ...

De la rutina insípida de su oficina a la frenética excitación de la pista de baile sólo pasaban un par de horas. El tiempo suficiente para...

Con esa exactitud tan característica de la ciencia elegí meticulosamente los ingredientes. No consulté manual alguno ni busqué por Int...

Con esa exactitud tan característica de la ciencia fui creado. Mis padres aportaron su genética y el resto germinó entre calibradas ...