A
grandes zancadas sobre las olas corrían veloces sorteando los cadáveres de aquellos seres que nunca
estuvieron dotados para la huida y que, atrapados por jarcias de algas, quedaron
varados en una trampa acuática y vegetal.
Los que aún luchaban por alcanzar un espacio en la
sentina, alargaban el vuelo de su paso sobre la espuma centelleante, vadeaban
rocas, coceaban a barlovento y saltaban anclando
una huella húmeda en el rompiente.
Otros, animales y humanos, que por edad,
quedamos mermados de derechos sociales, rendidos, observamos, al abrigo de la playa, como el
profeta se alzaba en la proa del arca y engrandecía su figura antes zarpar.
Notas: Con este micro me lanzo este inicio de temporada en REC. (Relatos en Cadena de la SER).
Buen relato rememorativo de aquel suceso bíblico; aunque por aportar una pincelada el profeta quizá en el libro sagrado es un tipo que estaba en el momento adecuado con información provilegiada.
ResponderEliminarSiempre habrá enchufados.
Buen intento Maestro Montesinos. No me extrañaría escuchar tu voz en la radio algún miercoles.
Saludos.
Bueno querido amigo Carabias, la elección ya se hizo y no se cumplió tu deseo sobre mi relato. No obstante sólo que lectores como tú lo puedan pensar ya me halaga.
EliminarTe persigo y gracias por la visita.
Muy bueno el micro, muy bien aliñado con ese toque tan dramático. Saludos.
ResponderEliminarHola de nuevo Ana, qué contento me tiene el verte hacerme un seguimiento de lectura tan estrecho.. me encanta.
EliminarY sí hay un dolor en los que ven que no pueden sobrevivir a la catástrofe que se avecina.
Un abrazo
Más de un miércoles te vamos a oír. Casi que vale el comentario que te he hecho en el segundo que has mandado. Este está muy bien escrito pero me gusta algo más el otro. Abrazos.
ResponderEliminarPata, ojlá sea así que necesito estímulos y subidones de ego jajaja.
EliminarNo me extraña que te guste más el otro, de siempre creiste más en los libros que en las religiones jajaja.
Abrazos.
Bíblico y apocalíptico. Está claro que lo escribiste antes de que te cubriera el agua.
ResponderEliminarSaludos,
Hola Rafa, sí en efecto tuve el tiempo justo para lanzarlo en una botella al mar.
ResponderEliminarGracias por leerme y comentar. Suerte en todo este mes prolífico Rafa.
Abrazos
De los tres que he leído me quedo con este: apocalíptico, pero agradablemente marino.
ResponderEliminarHola Germaaaannn!!! bienvenido, un reglao verte por esta mi y tu casa. Pues gracias por la visita, el comentario y por tu presencia.
EliminarEspero tu visita cada dos por tres jaja.
Abrazosss
¡Hola Manuel!
ResponderEliminarMe quedo con este de los tres que he leído. Apocalipsis endulzada por el mar.
Bueno repitiendo así que yo también te repito mi bienvenidaaaa!!!
EliminarAbrazos
Este huele a naufragio en ciernes, pero entre el olor a sentina y algas con brea, me parece que al final, va y se salva. Por escapar del destino.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Ojolá se salve, nos salvemos todos incluso aunque no hayamos llegado a embarcar. En cuanto a los profetas que se estiran que se hundan y bien profundo ajajaja.
EliminarAlbada de nuevo gracias, un abrazo te debo visitas.
Veo que ese arca ya ha partido y todos nosotros nos hemos quedado viéndola partir.
ResponderEliminarMe ha encantado esa primera frase, tiene fuerza.
Me quedo por aquí a leer estos cuentos de Liliput.
Un saludo
Henry, se bienvenido me encanta que te hayas acercado por aquí. Es tu casa y nos seguimos con o sin arca.
EliminarTe debo visitas para ponerme al día.
Gracias