Ilustración de Elena Ramírez |
Recluida en el pozo seco, pronto se callará y dejará de cacarear. Se ahogará en pocos minutos en la escasa y apestosa charca del fondo. Ya casi no se le oye, es un distante lamento. El barro debe haberle atrapado las patas y el pico estará enredado entre hierbas. No se le ocurrió un lugar mejor para esconder la pequeña gallina que le había dado su vecino, a cambio de uno de sus hijos. Lo que nunca entendió, con el hambre que pasaba esa pobre familia, es por qué eligió al más gordito de ellos.
Incrédula
Recluida en el pozo seco, pronto se callará. Siempre le ocurría lo mismo cuando la castigábamos por beberse la leche del bebé. Primero gritaba, luego lloraba y finalmente llegaba el silencio y con él, el arrepentimiento, las disculpas y la promesa de que nunca más volvería a hacerlo. Eso sí, en esta ocasión nos confesó que su estómago ya no se creía lo de imaginar comida entre las rebanadas de pan duro.
Misticismo
Recluida en el pozo seco, pronto se callará. El hambre, le contaban, era un genio maligno que se introducía por la boca de los hombres y campaba por el cuerpo a sus anchas, provocando el deseo de comer cualquier cosa. A veces, grita, araña y patalea. Es un demonio amenazador, astuto, al que había que dejar atrapado en el estómago y allí dominarlo con el ayuno, como hicieron, en otros tiempos, los profetas bondadosos, para que no pudiera alimentarse y crecer en sus entrañas hasta provocar incluso la muerte.
Y la pequeña con la barriga hinchada por un demonio desnutrido se arrodilló y comenzó a rezar.
Nota:Apuesta semanal para relatos en cadena en esta ocasión la frase inicial Recluida en el pozo seco, pronto se callará. y por primera vez se introduce un tema obligado : El hambre en el mundo"
Ilustración de Elena Ramírez, no os perdáis su blog.
Toc, Toc... Vengo a tomar café, Manuel, y a leer un ratito. Nada menos que tres relatos y son todos muy buenos. Además me han parecido muy originales; habiendo un tema obligado como éste, ya sabes más o menos lo que vas a encontrar, pero tu sigues sorprendiendo. Felicidades.
ResponderEliminarAnna gracias por tus comentarios y lectura y si he sorprendido aún ya es mucho. Gracias te persigo.
EliminarCantidad y calidad: ese es el maestro Montesinos. Por cierto, me pasé por el enlace de Elena Ramírez. ¡Muy bueno!
ResponderEliminarUn saludo
JM
Maestroooo gracias por la visita de nuevo por estos lugares. Gracias por la buena opinión y la lectura y sí en efecto ha sido un buen descubrimiento lo de Elena.
EliminarAbrazos
De la crudeza de los tres micros, me quedo con el primero.
ResponderEliminarGran trabajo, Manuel.
Hola Vicente, un saludo y gracias por el paseo y la lectura y claro por el comentario. Gracias y abrazos te persigo.
EliminarLa tercera apuesta me motiva más sensaciones, pero las tres apuestas son, a mi gusto, muy buenas.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
Me alegra que te motiven las tres, no sé por cuál decidir como dicen los pedantes son como tres hijos jeje. Gracias pro tu presencia siempre.
EliminarUn abrazo
Buen trabajo Maestro. Los tres denuncian, llegan a donde tienen que llegar, arañan un poquito en el corazón y seguro que a muchos, les ha tocado la conciencia consumista.
ResponderEliminarBuena cosecha la de esta semana Maestro.
Saludos.
Un abrazo Alfonso, me alegra que te hayan gustado. Un tema muy duro con muchas aristas para verlo pero duras. Abrazos.
EliminarManuel, en qué semana te vamos a oír por la radio esta temporada. Me hubiese gustado oír el primero de este trío de ases por su sarcasmo.
ResponderEliminarBueno nunca se sabe a mí me da que no estoy muy acertado últimamente pero gracias por la generosa lectura y los comentarios. abrazosss y dale que tú sí que estás en rachaa.
EliminarTres relatos duros. Los dos primeros me gustaron más que el último. Aunque es mi gusto personal, simplemente.
ResponderEliminarMiguel hace tiempo que eres muy generosos conmigo y te lo lees todo. Eso sólo te hace tener un lugar especial en mi espacio virtual. Gracias siempre. A mí ninguno me convence pero salió eso.
EliminarA mí me gusta especialmente el primero. Es muy durísimo, y muy bueno. Un abrazo, Manuel.
ResponderEliminarLuisa gracias a ti y un abrazo grande también. Yo tengo cierta predilección también por el primero por lo que que deja sin decir.
EliminarAbrazos te persigo.
Me quedo con el tercero Manuel, ese vientre abultado me resulta tremendamente insoportable...qué duro...
ResponderEliminarSuerte la próxima!
:)
Querida Pulga que últimamente vas en buen ritmo, gracias por la visita y el comentario. La verdad que el tercer relato está en la línea de dureza y es tremendo pensar en que se vive con el diablo del hambre dentro.
ResponderEliminarPena que esto no se cure rezando.
Abrazos
Qué capacidad, chico, y yo que no saqué nada. En trueque, se siente pavor, no tanto por comerse al niño como por tirar la gallina al pozo. Incrédula, salvo lo de tirar al pozo lo demás si que es creíble. Misticismo es el que más me gusta pues define lo que se siente con hambre y cómo se solía callar la boca.
ResponderEliminarEn fin, Manuel, estás en todos los saraos. Un abrazo.
Abrazos grandes rey del micro Vallecano. Lo intentamos el hecho del paro me deja tiempo y escribir me evita pastillas y psicólogos jajaja.
EliminarGracias por los paseos.