El día que una
ola rompa sus caderas al ritmo de reggaetón, bajo la mirada húmeda de los
mulatos, quizás entonces se lo diga. El día que mi
sombra me devuelva el golpe para despertar de estos monólogos etílicos que me
tumban y donde la ficción la interpretan personajes reales que observo desde mi
ventana, quizás entonces se lo diga.
Cuando no escriba para vengarme, cuando
por fin gane una pelea en el callejón y me miren con respeto. El día que me
falten fracasos, entonces y sólo entonces, me acercaré a ella y pediré que
caigan gominolas del cielo.
Relato finalista en el concurso de Wonderland en mayo de 2017, podéis ver al ganador y el resto de finalistas en wonderland.