Montesinadas: Cuentos de Liliput

Un traje de buzo del siglo XIX, utilizado en varias escenas de 20.000 leguas de viaje submarino del que sólo se conservaba, en buen estado,...

Como todos, ella también había sido persona antes que víctima. Había disfrutado de una vida feliz a ratos. Nadie la maltrató en su infancia...

Sólo le quedaba un cigarrillo y se lo fumaría después de hacerle el amor por última vez. Dejaría ambas cosas al mismo tiempo, lo tenía deci...

Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer sin el equipo de seguridad. Era consciente del riesgo que corría su vida si salía del búnk...

Si la hubieran traído antes. No debieron dejarlo para cuando creciera, eso ya ha sucedido y todo sigue igual o peor. Se pierde detrás de cu...

A ver los papeles, le requirió dentro del vagón del metro. “Tenía que haber ido andando, todos me  lo advirtieron” Claro que sí, en la c...

De un certero bocado le arrebató el pincel y de paso, se llevó media mano entre sus fauces sanguinolentas. Había escapado del lienzo y se ...

No era el mar pero se le parecía . La enorme masa de agua se extendía hasta el bosque infinito. El viento levantaba olas diminutas que rompí...

Madre quedó pronto viuda.  A mi padre lo arrasó un tractor sembrando el terror entre los bancales y  quedó semienterrado de tal forma-mágic...

— Cuando se prendieron las cortinas de la cocina quedaron trozos de tela adheridos a su piel. “Aparta la sábana joder” —Intentó despega...

Poco antes de que los domingos fueran amargos y amaneciera, cada mañana, con el deseo de apagarme y la mirada enganchada en el infinito del...

El lápiz con el que ella, cada mañana, se lo dibujaba  entre lágrimas, en su consulta, un ser a veces sin cabeza, otras sin manos y siemp...

Aquel diminuto ser  tenía las patas manchadas de sangre. Insistía en su inocencia,  pero a vista de microscopio distinguimos fragmentos de p...

Suena el disparo y me sitúo en los puestos de cabeza. Mantengo el ritmo. En cada zancada siento la textura del terreno, la dureza del asfalt...

Una tercera oportunidad que me brinda la generosidad de la Revista Zoque para publicar algunos de mis micros. Esta vez, acompañado de rec...

Los muertos que vagamos por los fondos marinos somos personas normales que intentan llevar un retiro tranquilo. Con un ojo abierto a la v...

Cuelgan de las cuerdas de la del quinto un sol de grandes dimensiones con ojos y sonrisa, bolas de papel, que simulan planetas ingrávidos, ...

Las mañanas, si no llueve , desde que está en edad de buscar novia, sale del bosque camino a la ciudad y sube de un brinco a la roca del es...

Aquel día de verano de 1945 con el escaso dinero que había ganado con la venta de su último cuadro compró una casa en el bosque. Se alejó d...

En esa casa no vive Mizuki Tanaka . Hace algún tiempo que dejó su trabajo de maestro itamae, abandonó a su mujer y marchó, con una novia ...

7 de noviembre de 1983 8:30 am: Espero el tren con destino a Lisboa. La estación madrileña de Atocha es un hervidero de personas que corr...

La gran bola de fuego inundaba la pantalla de televisión y el reflejo iluminaba su cara. Los cosmonautas desintegrados, igual que su maquill...

El día que una ola salte más de lo convenido y nos sorprenda besándonos no habrá vuelta atrás. Nuestros labios, ya inseparables, serán volt...

Deja unos puntos suspensivos dibujados sobre el vapor adherido al espejo. Está confuso, no sabe exactamente qué le sucede. No comprende p...

El número de aspirantes a la única plaza ofertada por el bufete había desbordado todas las previsiones.  La confusión cundió por la fila de ...

Las palabras que ha aprendido por la noche las escribe con letra torcida en fragmentos arrancados del cartón que les sirve de manta. Evit...

Serán solo cien palabras meticulosamente dispuestas y pegadas al lado de cada objeto. Mejor en letra mayúscula que pueda verlas bien desde ...

Subir de nuevo a la habitación en la que el señor está encerrado y de donde sale el humo, es su encargo. Grita agotada: “Dice la señora no...

Cada vez que le hablaba del último sobre rechazado el comisario me felicitaba por mi integridad profesional y humana. “Acabaremos otorgándo...

Era de los pocos detectives honrados que quedaban en la ciudad , el único, repetía a los clientes. Cuentan los vecinos que marchó a la capit...