jueves, 21 de diciembre de 2017

Amores imperfectos


—Le robas el beso y sales corriendo.
—¿Estás seguro? Mira que yo corro poco con mi bota ortopédica.
—Bueno, pues le robas el beso y no te mueves, la miras fijamente a los ojos.
—Pero ¿no ves, que con estas gafas de culo de vaso no sabrá dónde miro?
—A mí, me dio resultado.
—Claro porque la besaste en la nuca, eso no vale. Yo quiero su boca, quiero hacer como en las películas, separar mucho los labios, sacar la lengua…
—¡Para! ¡frena! ¿La lengua? ¿Pero tú sabes lo que dices? ¿Y sentir el tacto frío de sus brackets? Puajj 


Nota: Con este relato hemos estado una vez más en la final semanal del estupendo programa de microrrelatos de Wonderland de RNE Radio4 dirigido por Rosa Gil.
Un saludo desde aquí y otro día pongo el enlace para que os lo creáis que ahora no funciona :)

5 comentarios:

  1. Enhorabuena. Muy tierno.
    Espero que salga porque te sigo leyendo y comentando, pero debe de dar algunos problemas que no salen (me pasa a veces en algunos blogs).
    Salud.

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    1. Miguel muchas gracias por tu visita y tu comentario, eres muy amable

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  2. Enhorabuena. Es un texto enternecedor, que nos asoma a esa edad en que se es niño, pero las hormonas reclaman hacerse mayor

    Un saludo y feliz Navidad

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  3. ¡Qué bueno! Bendita adolescencia... Bueno, a mí me ha sugerido eso.

    No me extraña que quedase finalista. Saludos.

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