lunes, 14 de mayo de 2018

Los sorprendentes síntomas de la disfunción del lóbulo temporal

Aquel día desperté abrazado al cadáver de mi amante. No era mi primer crimen, pero sí la primera vez que dormía con un muerto toda la noche. Lo había conocido el día anterior, como a los otros. Unas copas, alguna droga excitante, una negociación apresurada y la entrega al sexo violento. La sangre seca nos mantenía pegados, pecho con pecho, mejilla con mejilla. Algo de mi piel y de mi barba quedó en su cara cuando tiré para separarme. Marqué el número de la recepción y les dije que me quedaría, al menos, una noche más. ¿Me estaría enamorando?

Participamos en La Copa de ENTC. 
Una nueva edición de este interesante concurso de microrrelatos..

1 comentario:

  1. Extraño pero muy bien escrito. A mi me suena a principio de algo más largo.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu comentario