miércoles, 7 de diciembre de 2016

La imaginación produce monstruos

De un certero bocado le arrebató el pincel y de paso, se llevó media mano entre sus fauces sanguinolentas. Había escapado del lienzo y se mantenía agazapado en una esquina del estudio. 

Le crecía el pelo por segundos, aumentó su masa corporal y desde sus amarillentos ojos lanzó una mirada amenazante. Ocultó su rostro entre las garras afiladas y antes de que atacara de nuevo el pintor, con la otra mano, borró la luna llena del paisaje.

8 comentarios:

  1. Muy interesante. Veo que lo tuyo es ante todo el misterio. Me ha gustado mucho.

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    1. Ana gracias por la visita y la lectura. Desde luego el misterio me gusta jajaja. Abrazos

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    1. Pues poco te gustó so parco que eres un parco, jajaj.Abrazos

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  3. Es lo que de verdad quería, romper con su garra el lienzo de una luna imposible para él.

    Un abrazo

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    1. Hola Albada , gracias por estar ahí siempre comentando yt leyendo. Un placer recibirte. Abrazos sin garras

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  4. Mi lectura me la da el título, sospecho que lo que quieres contarnos es como las obsesiones de los creativos pueden destruirle. Esos escritores que se encierran y se alejan de la familia, ese vivir en mundos paralelos; la preparación excesiva para los deportes profesionales que lo apartan del entorno. Y si no es así, pues ya sabes, el lector siempre tiene razón. Feliz año nuevo.

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