jueves, 8 de diciembre de 2016

Inocentes e hijos de puta Diciembre ENTC

A ver los papeles, le requirió dentro del vagón del metro.

“Tenía que haber ido andando, todos me  lo advirtieron”

Claro que sí, en la calle la gente ignora a la gente. Habrías pasado inadvertida también para ellos. Tenías que caminar, para otra, si sales de esta, ya lo sabes.

Revolvió el bolso fingiendo buscar una documentación que no existía pero, por un instante, imaginó que aparecía milagrosamente, entre el bote de henna negra  y el uniforme de la empresa donde limpiaba por un salario de mierda.

¿Cuánto tiempo llevas aquí? Yo puedo conseguirte  un visado.

“No sé qué decir. Mejor solo le sonrío y le doy el pasaporte”

Error. Si haces eso estás perdida. Jamás te lo devolverán.

Cogió el pasaporte y  la agarró por el brazo.

Tú te vienes conmigo, una morena como tú con esos ojazos y esas tetas  me hará de oro haciendo la calle  y le puso una navaja que ya le pinchaba los riñones.

Lo ves, te lo advertí, ahora está violento. Las mafias actúan así. Desaparecerás entre la muchedumbre porque la muchedumbre, nunca hace nada  y solo  queda esperar que no encuentren tu cadáver en la Casa de Campo.

Toca esta noche te cuento y la inmigración ufff mucha tela, mucho cabrón suelto y que conste que quería escribir un final feliz pero hay tanto hp que me es imposible. Casi un caso real cualquier tarde de estas. Es lo que hay.!!! Un relato a varias voces

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