Pues al final fue que sí y hemos quedado finalistas. Ahí va el listado de 15 entre casi 300 presentados al certamen.
XI Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2013
Sé que voy a morir muy pronto y no volveré a resucitar. He muerto antes, en otras ocasiones, pero mi condición de prototipo y el innovador ciclo de vida de mi software me salvaron de ser desfragmentado y preservaron mi existencia.
Pero hoy, voy a suicidarme y eso no se perdona, el suicidio huele a revolución, a ser humano y en este nuevo orden de las cosas no cabe, ni lo uno, ni lo otro.
Es la era de las grandes máquinas multiplicadoras nacidas de la chatarra espacial, dotadas de instrumentos de medida que sólo ellas dominan y capaces de hacer una valoración diagnóstica sin precedentes, para conocer, con exactitud de forense, la causa de tu desactivación. Máquinas que ya no necesitan la intermediación humana dueñas del tarot y de los círculos mágicos que han convertido en leyes demostrables.
Mi generación fue creada sin psique, sin tejidos de la conciencia y con todas las necesidades sexuales y de nutrición desprogramadas, lo que nos convertía en seres anónimos sin necesidades de relación virtual y los primeros en fabricarse bajo las normas de la deshumanización.
Somos la evolución natural de modelos anteriores. Avatares zoomórficos que inexplicablemente, se fueron haciendo lentos y sufrieron un cierto grado de parálisis causada por un virus humano. El virus desarrollaba en las máquinas deterioros propios del hombre: envejecimiento de piezas, alteración de los fluidos internos, defectos en la visión, pérdida de potencia en los engranajes básicos, dudas de conciencia y toma de decisiones. Intolerable.
Fueron fulminados, junto con los pocos humanos que quedaron, con el objetivo de exterminar la plaga pero, quizás, no se eliminó del todo el rastro del hombre; y como consecuencia, yo tengo ahora, en mi mano articulada, un dispositivo cargado con sensores humanos que voy a insertar en el corazón de mi procesador hasta estallar.
Nota: Relato presentado al XI Certamen Internacional De Microcuento Fantástico miNatura 2013.
Enviado en Julio
XI Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2013
Sé que voy a morir muy pronto y no volveré a resucitar. He muerto antes, en otras ocasiones, pero mi condición de prototipo y el innovador ciclo de vida de mi software me salvaron de ser desfragmentado y preservaron mi existencia.
Pero hoy, voy a suicidarme y eso no se perdona, el suicidio huele a revolución, a ser humano y en este nuevo orden de las cosas no cabe, ni lo uno, ni lo otro.
Es la era de las grandes máquinas multiplicadoras nacidas de la chatarra espacial, dotadas de instrumentos de medida que sólo ellas dominan y capaces de hacer una valoración diagnóstica sin precedentes, para conocer, con exactitud de forense, la causa de tu desactivación. Máquinas que ya no necesitan la intermediación humana dueñas del tarot y de los círculos mágicos que han convertido en leyes demostrables.
Mi generación fue creada sin psique, sin tejidos de la conciencia y con todas las necesidades sexuales y de nutrición desprogramadas, lo que nos convertía en seres anónimos sin necesidades de relación virtual y los primeros en fabricarse bajo las normas de la deshumanización.
Somos la evolución natural de modelos anteriores. Avatares zoomórficos que inexplicablemente, se fueron haciendo lentos y sufrieron un cierto grado de parálisis causada por un virus humano. El virus desarrollaba en las máquinas deterioros propios del hombre: envejecimiento de piezas, alteración de los fluidos internos, defectos en la visión, pérdida de potencia en los engranajes básicos, dudas de conciencia y toma de decisiones. Intolerable.
Fueron fulminados, junto con los pocos humanos que quedaron, con el objetivo de exterminar la plaga pero, quizás, no se eliminó del todo el rastro del hombre; y como consecuencia, yo tengo ahora, en mi mano articulada, un dispositivo cargado con sensores humanos que voy a insertar en el corazón de mi procesador hasta estallar.
Nota: Relato presentado al XI Certamen Internacional De Microcuento Fantástico miNatura 2013.
Enviado en Julio
Me encanta la ciencia-ficción que contiene en sus entrañas un cierto pálpito filosófico... hasta para un robot es insufrible vivir sin sentimientos, no? Buen relato para comenzar mi día, muchas gracias. Un abrazo grande.
ResponderEliminarGracias Alba, siempre tan halagadora, me alegro si te ha gustado y entretenido para mí es un ejercicio, no suelo escribir de ciencia ficción, pero... ahí estamos.
Eliminarla idea es que nunca se puede acabar con todo siempre queda un rescoldo, en este caso la conciencia.
Abrazos para ti, te persigo.
He comenzado a leerlo sentado, con una disposición relajada, y he acabado inquieto y de pie. No dejas de sorprenderme.
ResponderEliminarAbrazos
jaja, Amando eres un crac, gracias por transmitirme buenas sensaciones en la lectura de este ejercicio al que me he atrevido.
EliminarTe persigo.
Abrazos
El maestro Montesinos navega por las aguas de la distopía, y eso quiere decir que su ingenio está en pleno centrifugado. Me descubro, como siempre.
ResponderEliminarUn saludo
Juan M
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy interesante relato, y bien construido.Siempre quedará el hombre aunque sea entre tanta chatarra y podamos recuperar su corazón para dar sentido al resto de los seres vivientes.
ResponderEliminarUn relato futurista y puede que no muy lejano en el tiempo.
Un saludo
Puri
Esperemos que el poder de las máquinas no llegue a tanto jeje.
EliminarGracias por tu visita.
Te devuelvo (encantado) la visita por mi blog y te felicito por este relato futurista.
ResponderEliminarUn saludo desde Berlín
Gracias por tu visita. Saludos y pasa cuando quieras.
ResponderEliminarAbrazos
Es esa partícula humana la que siempre hará estallar la máquina.
ResponderEliminarUn buen relato, gracias por traerme hasta aquí.
Un abrazo.
Gracias a ti por tu visita, por tu comentario y por quedarte eres muy bienvenido.
EliminarNos perseguimos como humanos.
He arribado a tu puerto y he encontrado cosas que me gustan así que me quedo con tu permiso. Un saludo.
ResponderEliminarBienvenida Ana Tomas y tu maleta, que tengas un agradable viaje por Montesinadas, lo intentaremos.
EliminarSaludos y gracias por tu visita y comentario y tu permanencia-
Un relato escalofriante Montesinos, no me gustaría vivir en un lugar así, claro que como soy humana, no viviría. Uf, espero que las máquinas nunca adquieran tanto poder como para exterminarnos, de todos modos si seguimos así, de eso nos vamos a ocupar nosotros mismos.
ResponderEliminarMe gustó ese final tan humano. Saludos.
Hola Yashira repito mi enhorabuena por tu último premio. Y en general por tu buen blog.
EliminarTe agradezco la visita y te espero siempre que tengas un hueco por montesinadas. Espero seguir estando a la altura de tu interés.
Abrazos
Me parece un buen relato, ya que has sabido darle algo de calor humano a esa frialdad de las máquinas, que son todo procesos y respuestas automatizadas.
ResponderEliminarDespues de devolverte visita me quedo por aquí; siempre con tu permiso claro.
Saludos cacereños.
Me alegra que pases, comentes y enciame te quedes participando, es un honor me gusta lo que haces y te devolveré visitas. Te persigo y me alegra que te haya gustado el micro.
EliminarAbrazos y suerte
Manuel, siempre me sorprendes. Qué grandísimo escritor eres y que humano es este Terminator que te has sacado de tu chistera mágica.
ResponderEliminarJajaja. Tú si que tienes una chistera mágica con los abogados verás como este es tuyo era genial.
ResponderEliminarGracias Arantza y un abrazo grande a i y a toda tu tierra que ayude a reoonfortar tan duro golpe.
Suerte en todo
Maestro Montesinos, no te propongo para el Nobel porque (además de que no tengo mano en Escandinavia) luego me dice la editora mía que me obsesiono, pero vaya si lo mereces. Te intuía esa vena distópica, pero esta vez te has delatado.
ResponderEliminarEnhorabuena, maestro.
Juan M
jajaja, en mi tierra te llamarían "Andovas" jajaj es decir en castellano sería "Donde vas" "Exageradooo" jajaja. Además tu Estrelliata ya tiene el Nóbel, ni se me ocurriría competir con ella.
EliminarAbrazos y gracias por tu felicitación.
Pues nada, ya reparto yo aquí un Alfaguara, un Nadal, un Planeta y tiro porque me toca. Vamos, será por premiois.....
EliminarVamos a por el Ipad que dan en el de Mercado Actual. Ya podéis estar pensando en algo interesante jajaja.
EliminarAbrazosss
Soy el alma errante de las máquinas suicidas que no llegaron a dar el último paso, ni al tragar el último trago de sangre llorona de la garganta.
ResponderEliminarLos humanos me enseñaron que, en ocasiones, lo difícil es romper el hechizo de la evolución, y permanecer atados a la vida.
Si me permites. Un saludo cordial.
Buf, Albada, muy bueno podría ser la continuación de la voz del robot del relato.
EliminarGracias por hacerme sentir inspirador...
Abrazos epsero tu persecución jeje..
Ya te persigo yo en tu cas, allí me tienes y te debo visitas.
Me ha encantado tu relato. Bien podría ser el inicio de una novela. Vamos, que si empiezo una novela con ese comienzo, me engancho a ella.
ResponderEliminarUn saludo y otra vez enhorabuena
Jajajajaja, de nuevo leo tus halagos y me crezco, casi me ensancho, menos mal que aún me queda algo de robot y de máquina y tengo todo bajo control.
EliminarGracias henry ere muy amable.