Mucho me temo que vienen a rescatarme, oigo sirenas, carreras en el piso y gritos. Ahora que ya me he acostumbrado a su manera de ser, a su forma de pedirme siempre que me arrodille al practicar sexo y a su empeño de tenerme sólo para sus ojos. La relación entre nosotros está progresando mucho y desde ayer me quita la mordaza durante el día con la única condición de no decir ni una palabra. Ya no lloro, ni grito en silencio, y empiezo a creer lo que dice, que nadie me quiere excepto él, que soy una zorra y que lo nuestro está escrito.
Ufff Manuel, muy duro pero qué bueno. Me has dejado tocado. Vengo de hacer un poco de deporte (spinnig) y, despues de leerlo, voy directo a la ducha, a ver si con el agua fresquita desapare ese mal cuerpo que me ha quedado, pero que tan magistralmente has escrito. Genial.
ResponderEliminarQuerido Sergi, he buscado entre tus ilustraciones una para mi relato, qué coincidencia pero no encontré lo que buscaba. La próxima será porque lo que haces tiene mucho talento y a mi me gusta mucho. Y otra cosa es peor el spinning jajajaja eso sí que es síndrome de estocolmo. Abazossss :))
EliminarEnfermiza relación, como casi todas aquellas de las que alguien asegura que ya están escritas. En fin, como decía la canción : "A Estocolmo no voy más, que pillas síndromes sin parar". Un abrazo.
ResponderEliminarQuerido cincuentón recién llegado a estos números tan tan tontos, jajajaj cierto no vayamos a Estocolmo que podemos pillar síndromes de cualquier tipo. Mejor a la playa a dar carnaza a las medusas. Abrazos :))
EliminarManuel, un bofetada es lo que plantea este microrrelato, que juega con esa psicosis que les sucede a los secuestrados de empatizar con sus captores, aunque también podría situarse en cualquier casa donde la violencia de genero, por desgracia, degenera de esta forma.
ResponderEliminarUn buen trabajo.
Abrazos.
Cierto es duro el relato y transcribe una situación por desgracias cada vez más extendida. Gracias por la lectura y el comentario te debo persecuciones. Abrazos.
EliminarFuerte, muy fuerte este micro Manuel, jolines que mal cuerpo le queda a una después de leerlo. Será mejor pensar que solo es ficción, nada parecido con la realidad, de esa forma una ya está mas tranquila. En estos casos es mejor ser optimista.
ResponderEliminarAbrazos con aires de verano.
Puri
En mi caso es pura ficción pero es un retrato tristemente cada vez más repetido. Esperemos que se pongan los medios necesarios para hacer más valientes a las y los damnificados.
EliminarAbrazos
Esto es el colmo!!! Duro relato, no por ello menos bueno. Suerte mañana.
ResponderEliminarDon Lorenzo, cierto es to el colo jajaja. Me alegra te guste. te debo lecturas y muchas. Un abrazo y gracia.s
Eliminarmadremiademivida que durito, Maestro. Qué crudeza, pero qué bien narrado. Uff me voy con mi mal cuerpo y la enhorabuena al microrrelatista a ver la tele así igual me despisto un poquillo y se me quita el nudo...
ResponderEliminarAbrazotes.
Hola maestra ya te tengo por el facebook nos comentaremos con frecuencia. Siento el mal cuerpo pero... me salió así. Abrazosss
EliminarBien descrito el síndrome Manuel. Vaya que sí!
ResponderEliminar;)
Debe ser algo parecido o al meos así lo vi yo en ese momento.
EliminarGracias Pulga abrazos.
El relato merece aplaudir hasta descarnarse las manos, Don Manuel. Muy buena esa medio sorna intencionada con la que tratas la indefensión aprendida. La frase dio para mucho y bueno pero la guinda, sin duda, ha venido de tu mano. Un abrazo :)
ResponderEliminarGracias Juan Antonio siempre tan generoso. Esto salió pero no deja de ser un despojo en una línea dura. Suerte en tu finalísima.
EliminarEsa frase nos llevó a los dos hacia el síndrome nórdico. Profundizas magistralmente en la relación entre los dos personajes. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias rafael, te sigo con agrado y eso sí de tarde en tarde. Abrazos que te debo lecturass.
EliminarQué micro más fuerte. El título lo dice todo desde luego es una relación enfermiza. Un abrazo, amigo, Sotirios.
ResponderEliminarYa te digo pero totalmente enfermiza y sin embargo es real este síndrome que todos en menor o mayor amplitud tenemos con otros tipos de seres que a su manera también nos secuestran.
ResponderEliminarAbrazos