Mucho me temo que vienen a rescatarme. Sí al menos hubiera tenido tiempo para ducharme habría
mantenido la piel suave y rosada, propia de esta especie, el tiempo suficiente
para que pudieran examinarla las diosas de la Colonia, y de paso, habría
provocado la envidia de las guerrilleras.
Me acostumbré pronto a comer masticando, a
caminar erguida sobre dos piernas estilizadas libres de escamas, besaba sin
miedo a lanzar mi lengua como un insecto ponzoñoso. Había conseguido una técnica
de camuflaje depurada en este mundo de humanos, pero creo que no hago bien
matando tras el apareamiento. No me apetece volver pero mejor rescatada que
detenida.
Nota : Un REC ya de otras fechas anteriores.#RelatosEnCadena.