Es ésta, una historia extraña y pocas personas
apostarían por la veracidad o falsedad de
los acontecimientos que ocurrieron aquel carnaval en la biblioteca del pueblo.
Los pocos testigos presenciales dan testimonios contradictorios. Las
autoridades competentes que investigaron el caso, desbordados
por las circunstancias y el misterio, enviaron el cuerpo a la capital.
Ni el propio protagonista, ahora perdido y olvidado entre miles de ejemplares
de la Biblioteca Nacional, donde fue enviado para su lectura completa, sería
capaz de narrar con claridad lo ocurrido; pero cuentan, que como de costumbre, Paco Ponce, cronista oficial de la villa,
leía un manuscrito medieval y al pasar la mano por una de sus páginas,
incomprensiblemente, las letras quedaron pegadas a las yemas de sus dedos y treparon
por sus brazos, y por más que los agitaba no caía ni una coma de su piel. Las declinaciones
gateaban por su pecho, voces pasivas ascendían dejando un rastro de arañazos
místicos y decenas de latinajos enigmáticos recubrieron la totalidad de su
cuerpo. Los vecinos, maravillados, le hicieron merecedor del primer premio de
disfraces de Santa Eugenia, galardón que disfrutó con alborozo hasta que una
cascada infinita de puntos suspensivos le cortó la respiración
Mi participación para el mes de febrero en la web de Esta Noche te cuento: ENTC.
Tema del mes: "En la fiesta de máscaras"
Ilustración de Sara Lew: Mascarada 3
Este relato obtuvo una mención especial en el mes de febrero en ENTC: