Fue un oprobio que leyeran las notas de mi cuaderno
en público. Los nombres de cada uno de los miembros del comité aparecían subrayados y con su correspondiente
apodo. ¡Qué vergüenza!
D. Gaspar, propietario del bufete, era “el Puto
Amo” y en la celda contigua, encabezada con el debe, aparecía la
cantidad de cien mil euros y escritas en
rojo las palabras: anillo de diamantes, sobrina, viaje.
En la
siguiente línea, D.Rubén, director
general, “el Medusa” y la cifra
cincuenta mil, con el concepto: putas y prorroga de la sentencia de divorcio.
Debajo, Dña.
Brígida apodada “Barbie Girl”, responsable de recursos humanos, sobrina del
puto amo y esposa del medusa, setenta mil euros con el concepto: caprichos.
En la última línea, mi nombre Saturnino, “el Becario”, en la columna adjunta se dibujaban
el signo de interrogación y el del euro
y como concepto: mantener la boca cerrada.
Nota: La apuesta
del mes de agosto para el certamen del Colegio de Abogados, llego por los
pelos. A ver si hay suerte. Las palabras obligadas este mes eran: cuaderno,
medusa, prórroga, comité y oprobio