Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto
venir. Esa obsesión
enfermiza desde pequeño por la física, por la medición exacta de los datos. La
maniática actitud de dudarlo todo, hasta encontrar la prueba irrefutable del
caso, le hacía extrapolar siempre la teoría a la práctica.
En esta ocasión, el
experimento probó que el volumen del
fluido desalojado en el río, era menor que la densidad del cuerpo de su
hermana pequeña que primero, se hundió y más tarde apareció flotando arrastrada
por la corriente.
Nota: Este relato fue finalista en la semana 25 de Relatos en Cadena de la SER (REC).
VII Certamen de REC. Ganadores y finalistas