Sólo cumplo órdenes, debo acabar la misión-me grita- elegí estar
dentro de la trinchera, quiero dejar de ser un hombre sin identidad, un lobo
solitario. Quiero convertirme en un mártir capaz de realizar gloriosos
episodios de activismo. ¡Suéltame!-. Y salpica de saliva el estrecho visor de
mi casco.
No podemos abortar, he seguido escrupulosamente el protocolo y
revisado las reglas tácticas una y otra vez: el suicida está inmovilizado,
tumbado en un espacio abierto donde, en caso de explosión, los daños serán
menores.
Estamos él y yo. Ahora, la mano me tiembla lo justo para mantener
el pulso, llegado este momento siempre pienso que preferiría no hacerlo.
“Azul”, e imagino la mar, la vida creciente y los ojos de mi
esposa.
“Rojo” y sólo veo sangre, fanatismo, el alma desactivada.
“Azul” y percibo en él, la mirada de la ballena, del traidor, la
muerte y la detonación.
“Rojo” y me asalta la pasión, el deseo, un amanecer y los zapatos
de baile de mi hija.
En mi hoja de servicios nunca tuvo lugar la duda ni el fracaso, en
gran parte de eso dependía mi vida.
“Azul” y ahora siento como mi cabeza apartada del cuerpo vuela y
vuela.
Nota:Mi apuesta este mes en el blog de micros de ENTC (Esta noche tecuento). El tema estaba basado en el relato de Herman Melville, "Bartleby
el escribiente" y su famosa frase: "Preferiría no hacerlo"
Era una cuestión de suerte o de porcentaje, que viene a ser lo mismo para el decapitado. Maestro Montesinos, creo que estás llegando al nivel que todos envidiamos.
ResponderEliminarUn abrazo
Juan M
Querido JManuel elige tu color y sálvate...Espero haberte creado esa sensación-
ResponderEliminarGracias por la visita y los halagos, eres, como siempre, muy amable.
Abrazos
Bien, Montesinos. Espero que los colores te den más suerte que a tu protagonista. Rojo, impar y pasa, mucho mejor que negro, par y falta. O azul mahón.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajaj, ahí vamos Nachete, por una vez el rojo era el bueno y el azul el malo. Como se entere la cospe...jajaja.
ResponderEliminarAbrazos espero que te haya gustado y te confieso que ya mis colores favoritos deben empezar a ser los del Sepe y el ministerio de empleo y seguridad social.¡Anda lo he puesto en minúsculas...!
Ya te lo he dicho en ENTC: impacta asistir a la muerte en directo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Gracias Isabel. Transmitir el impacto, hacer sentir la detonación, el riesgo y la posibilidad que todos tenemos de salvarnos era un poco la intención.
ResponderEliminarGracias por tu visita y por comentar.
Saludos, te persigo
Maestro Montesinos, a ver si ese Edgar Neville no va a ser Herman Melville.
ResponderEliminarCierto JManuel, menos mal que andas por ahí. Corregido.
EliminarAbrazos
ResponderEliminarMuy duro Manuel y magistralmente narrado. Cuando leo estos relatos me siento muy consciente de mis limitaciones. Ya sabes, yo soy más de pies fríos, jajajaja.
Arantza gracias como siempre por tu visita, tu lectura y tu comentario tan halagador.
EliminarEres una exagerá, como decimos en Andalucía, jajaja pero me encanta lo que dices excepto lo de tus limitaciones, que no son tales.
Eres una crack y escribes genial.
Abrazos y achuchones.
Para rememorar la genial trilogía de Kieslowsky, solo te falta el Blanco. Debe ser el color del cielo por donde vuela tu cabeza.
ResponderEliminarSalud-os
Sr. Amando García Nuño, un placer tenerlo como lector y mucho más como comentarista o tertuliano virtual que es más de estos tiempos.
ResponderEliminarMe da que le ha gustado y creo que le debo algún que otro color que le dedicaré por su tiempo aquí.
Un placer y gracias.