Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos, el suyo y el del espíritu de su
víctima. No estaba contento del trabajo. Los ojos estaban mal cosidos, la boca
aún dejaba agujeros de gusano donde sombras difuminadas acechaban inquietas y
susurrantes intentando salir para vengarse. El tinte del pelo no daba la
sensación de ahumado que tanto le gustaba al coleccionista, pero
había que cumplir con el plazo. La empaquetó con el resto de diminutas cabezas
y la entregó al mensajero cuyo cuerpo, inexplicablemente, apareció
decapitado junto a una caja de cartón vacía al borde de la selva.
Nota: Apuesta para REC
semana 15.Frase de inicio : Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos.