-Muero por ti-le gritó, un paso atrás, el
amante despechado abriéndose de un tajo las venas.
-Eso se lo dirás a todas-respondió ella sin
saber de la sangre derramada.
-Mi vida es tuya- y se abrió el vientre
salpicando en rojo las vías.
-Lo dices por decir- y no quiso girar la
cabeza mientras subía al vagón.
Al pie de
la ventanilla, le suspiró un “Te quiero con toda mi alma” y le ofreció un
órgano teñido en óxido que había extraído de una zona cercana al corazón.Nota: Apuesta para REC (Relatos en cadena) de la SER para la semana 12. Frase comienzo:"Naricilla respingona y un cuerpazo de escándalo"