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miércoles, 30 de agosto de 2017

Que te den Galileo

La cena fría, tirada con desgana sobre la mesa sucia, como ayer, y antes de ayer. No se atrevió a tocar nada. El galope de los caballos coceando su estómago. La llamó varias veces, gritó su nombre, pero el viaje del abandono era ya una realidad.
La amenaza se había materializado. Quizás Pisa, o Florencia, quién sabe; pero era un hecho, se había ido. Por un instante, recordó las últimas semanas: el desorden perturbador ocupando toda la casa, no se levantaba de la cama, no le dirigía la palabra, ni se alteró cuando la inquisición llamó de nuevo a la puerta. Callada, llorosa, con el rostro abatido.
Antes de iniciar su viaje, ha hecho pedazos los dibujos iniciales de su primer telescopio, los bocetos y la maqueta, confeccionada en madera, arden en la chimenea, pero es tarde para cambiar las cosas, para rescatarlos de las llamas. Ya no estaba y él nunca sabría, si lo había abandonado por su condición de hereje o porque envenenada de celos, no soportaba su manera de mirar la luna durante horas. Tampoco estuvo muy acertado anoche cuando le dijo que la tierra era el centro del universo y no ella.

Colaboración mensual en la web ENTC, la web del microrrelato.

jueves, 28 de abril de 2016

Motel Challenger

La gran bola de fuego inundaba la pantalla de televisión y el reflejo iluminaba su cara. Los cosmonautas desintegrados, igual que su maquillaje. El estruendo de los motores, destruidos por control remoto, acompasados con el chirriar de los muelles de la cama. Los restos cayendo hacia el atlántico como sus pechos y yo entrando en el aire enrarecido de su atmósfera a la velocidad necesaria para liberarme de la gravedad de la tierra.

Ayudado por un viento lateral que me erizaba la piel desnuda aumenté la potencia, ella, que claramente dirigía el control de la misión, me pidió que acelerara.
-Date prisa, me dijo, los clientes esperan. Todo me empezó a temblar y no sé cuánto tiempo perdí el contacto con el exterior.

Me despertaron los amigos que habían organizado una operación de búsqueda entre las habitaciones del motel hasta que dieron conmigo. Me pidieron que saliera disparado, que abandonara el módulo ardiente donde había quedado atrapado, que mi padre, por aquello del cambio de las corrientes de aire había caído por allí como en paracaídas.
Ella, sin dejar de mirar las imágenes, recogió el dinero abrió la ventana y miró hacia el cielo que lloviznaba cenizas.

Relato para ENTC (Esta Noche Te Cuento) tema: "Un viaje al Espacio"
Seleccionado para formar parte de la publicación anual de ENTC 2016

martes, 12 de abril de 2016

El ciclo de la vida

El día que una ola salte más de lo convenido y nos sorprenda besándonos no habrá vuelta atrás. Nuestros labios, ya inseparables, serán volteados entre la espuma, la resaca nos arrastrará hacia el fondo donde seremos animales nunca vistos.

Las corrientes oceánicas nos abandonarán en alguna playa exótica y desconocida donde el calor nos convertirá en vapor de agua. Viajaremos entre nubes hasta las montañas y, convertidos en una pertinaz lluvia, nos dejaremos caer sobre un río cristalino que nos revolverá en su torrente hasta la desembocadura. El mar nos acogerá y una nueva ola, parecida a la que nos rapto saltará hasta el muelle y nos volveremos a besar.

viernes, 5 de febrero de 2016

Sospechas

Entre canción y canción, el locutor narra pequeñas historias y  acentúa la dedicatoria: “Con todo mi amor para Mario. Juntos muy pronto. Marina”.

“Otra vez esa maldita Marina”, piensa para adentro mientras se recoge un moño alto que despeja su frente y deja ver algunos arañazos en las mejillas. Aunque nunca encontró pruebas, sabe que la tal Marina dedica las canciones a su marido. “Marios hay muchos, pero siento que es para él. Las mujeres sabemos esas cosas”.


Siempre que sonaba el nombre de Mario en el programa y el de Marina se quedaba como alelada mirando la radio. Segundos después, salía de su enajenamiento con las tareas de casa. Hoy, barre los platos rotos, recoge los cristales del espejo partido en mil pedazos sobre la alfombra. Es imposible quitar la mancha rojiza que no termina de coagular. Después, pone en orden, perfectamente colocados, los cuchillos en el taco, cierra las bolsas de basura con dos nudos para que no sobresalgan los trozos y se aplica gotas de lejía en la nariz para anular el mal olor.
Pero cuando encuentra el sacacorchos con restos de su carne, sin saber por qué, lo echa de menos y rompe a llorar.

Andamos por ENTC (Esta Noche Te Cuento) para el primer reto trimestral del año. Tema La Radio.

jueves, 31 de diciembre de 2015

La Gallinita Ciega

¿Qué por qué hago esto? Me preguntas. Pues porque te quiero, mi amor. Porque es tu cumpleaños y es mi manera de darte una sorpresa. ¿Qué por qué te tapo los ojos? Ya sabes que siempre me gustó jugar y no hablo del sexo, que también, pero creo que a ti te atrae más el riesgo. ¿Verdad,  amor? No digas nada, deja que la apriete mejor, no vaya a caerse y se rompa la magia. Sé que te pone cachondo que sea una guasona y una incansable bromista, así me conociste y después de tantos años sólo quiero superarme a mí misma. Ve despacio, así, no vayas a tropezar y te lastimes; por nada del mundo deberíamos hacernos daño.

Atento, estamos en el pasillo, se estrecha, no tropieces con las maletas de la chica, la he echado a patadas esta mañana. ¿Que por qué? ¿Tú qué crees?

Con cuidado, vamos a salir a la calle y vas descalzo. Te pincharás con las piedras del jardín, pero no te preocupes,  también te he metido las zapatillas de cuadros que tanto te gustan en las cajas. Lo tienes todo bien organizado. Llegó el momento, ya puedes quitarte la venda.

Participación final de año para la publicación on line especializada en microrrelatos ENTC (Esta Noche Te Cuento). El tema era Frank Sinatra y su famoso "My Way".

jueves, 15 de octubre de 2015

El Trato


¿Y cómo es que nunca cambiaron el bombín por otro modelo?  No sé, un Panamá como Lexter o un Borsalino como Al Capone. Le pregunté.
Sus pupilas se perdían en una imaginaria frontera entre el bien y el mal.
Me contó que la primera paliza se la dio a su padrastro con catorce años al volver de una fiesta de disfraces. Desde entonces, conservaba el bastón negro y el sombrero de Charlot que encontró por dos libras en el barrio. El mono blanco, las botas militares y los tirantes vinieron después.
“Marketing. Ya sabes” me dijo recogiendo el dinero y la foto del nuevo amante de mi mujer.


miércoles, 7 de octubre de 2015

El coste de la virtud



El puñetero ojo de la cerradura se atascaba un poco pero con el tiempo iría más suave, le dijo, y bien pensado, lo haría más invulnerable a los  atrevimientos lascivos de algunos de sus enemigos y él podría marchar a la guerra y a sus conquistas con la tranquilidad de que su bella esposa no sería violada ni ultrajada.  
Los celos desaparecerían y la honra de su mujer sería respetada eternamente.  Dudó un instante, lo miró fijamente a los ojos pero acabó por entregar la llave al orfebre para que le tomara las medidas exactas a su dulce esposa