Todos en la sala sabíamos que las pruebas del delito eran productos gourmet procedentes de decomisos. Manjares selectos incautados en algún puesto aduanero. Exquisiteces encontradas en el doble fondo de un vehículo localizado por el fino olfato de un perro detector.
Artículos de lujo que alguien revendía a otro alguien, y éste al conocido de un amigo, y el amigo nos lo hacía llegar siguiendo un plan perfecto de distribución con una arquitectura piramidal de referidos.
Sin pensar en las consecuencias que pudieran derivarse en el futuro el Juez, salivando, permitió dada la hora, un receso para dar testimonio de la calidad de aquellas delicatesen y convirtió el sueño de todos los presentes en realidad permitiendo que diéramos buena cuenta de aquellas viandas guiados por el experto paladar del acusado y con el ánimo, como marca la ley, de que nada llegara al público fuera de su fecha de caducidad.
Nota: Apuesta por el certamen de abogados para el mes de febrero. Palabras obligadas: decomiso, plan, futuro, sueño y testimonio.
No sé si es muy de abogados pero... sabe tan bien!!!
ResponderEliminarGracias Luisa pro el paseo y el comentario, te debo lecturas. Y sí jajaj no sabe mal jaja.Abrazos
EliminarManuel, un micro muy surrealista con una buena ejecución. Las palabrejas no eran nada sencillas.
ResponderEliminarA la próxima.
Abrazos.
Maestro jarque qué alegría esta su visita. Es un concurso difícil sí es cierto pero bueno ahí lo intentamos aunque casi nunca gocemos de su gsuto jaja.Abrazos
EliminarMi segunda opción en la reserva de plaza para la universidad fue Derecho; terminé estudiando lo que quería, Periodismo, pero después de leer tu apetitoso relato dudo de si tomé la opción correcta.
ResponderEliminarCreo que nos vemos mañana por tierras cántabras. Un abrazo
D.Angel un placer haberte conocido. Ya tenemos mucho más que contarnos. Nos seguimos y gracias por la visita.
EliminarEso sí que son pruebas y no lo que llaman pruebas. Hechos, hechos. Suerte
ResponderEliminarAmigo Pablo queda poco para vernos por madrid en una quedada que dará que hablar.
EliminarAbrazos
Emhorabuena, Manuel. En la reserva de plaza para la universidad puse Derecho como segunda opción, pero después de haber leído un relato tan apetitoso ya me has hecho dudar de si tomé la opción correcta.
ResponderEliminarUn abrazo y nos vemos en un rato por las tierraa cántabras.
Un placer repetirnos jajaja. Perdimos seguro un gran abogado.
EliminarBuena apuesta maestro...directa al paladar.
ResponderEliminarBesicos
Cuánto tiempo Izaskun es un placer volverte a tener por aquí.
EliminarDirecto al paladar sí jajaja.abrazos
Felicidades, Manuel, por esa imaginación. En todos los trabajos se hace un receso para el bocadillo, sin señor. ¡Anda que tener que vernos fuera de Madrid!
ResponderEliminarXimennnnnn!!!! pues tienes toda la razón en lo del bocadillo y en lo de vernos en Santander, pero todo se andará. Eres un máquina. La próxima te secuestro a mi lado jejeje. Abrazos
EliminarHola, Monte.
ResponderEliminarEncajaste las palabras a la perfección y con una historia fantástica.
Eres un mostro, la verdad.
Besazos y seguimos intentándolo a ver si suena la flauta...
Maríaaaa, la peligrosa vallecana de pelo incendiado, un placer tenerte por aquí como siempre. Gracias guapetona, abrazos te debo muchas lecturas pero desde que me he incorporado al curro casi no tengo un minuto.besos
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