Entre canción y canción, el locutor narra pequeñas historias y acentúa la dedicatoria: “Con todo mi amor para Mario. Juntos muy pronto. Marina”.
“Otra vez esa maldita Marina”, piensa para adentro mientras se recoge un moño alto que despeja su frente y deja ver algunos arañazos en las mejillas. Aunque nunca encontró pruebas, sabe que la tal Marina dedica las canciones a su marido. “Marios hay muchos, pero siento que es para él. Las mujeres sabemos esas cosas”.
Siempre que sonaba el nombre de Mario en el programa y el de Marina se quedaba como alelada mirando la radio. Segundos después, salía de su enajenamiento con las tareas de casa. Hoy, barre los platos rotos, recoge los cristales del espejo partido en mil pedazos sobre la alfombra. Es imposible quitar la mancha rojiza que no termina de coagular. Después, pone en orden, perfectamente colocados, los cuchillos en el taco, cierra las bolsas de basura con dos nudos para que no sobresalgan los trozos y se aplica gotas de lejía en la nariz para anular el mal olor.
Pero cuando encuentra el sacacorchos con restos de su carne, sin saber por qué, lo echa de menos y rompe a llorar.
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ENTC (Esta Noche Te Cuento) para el primer reto trimestral del año. Tema La Radio.