Y no soy capaz de
dar un paso más. Allí me quedo, petrificado, en la orilla con un nudo en la
garganta.
Chun chun, chun chun
y la música me golpea de nuevo las sienes, me cierra el cardias y el corazón
que bombea como si fueran dos.
Chun chun,
chun chun, chun chun, chun chun.
Me lame la ola los
pies hundidos ya en la arena. Miro al frente, el sol reflejado en la superficie
oceánica me ciega, pero llego a ver niños jugando con ruedas de neumáticos que
flotan a la deriva.
Una esbelta rubia
que nada deportiva hacia el fondo rompiendo por un hueco las olas. Una balsa de
goma llena de adolescentes a punto de volcar y algo parecido a una aleta dorsal
que ronda a todos, que se desplaza y vira al acecho.
Chun chun,
chun chun…
Vuelvo a la piscina
de plástico que he preparado para mi hijo pequeño cerca de la orilla, la lleno
de agua del mar y me doy un chapuzón con él y sus tiburones de plástico.
Han pasado más de treinta años, chun chun, chun chun. Pero aún no estoy preparado.
Han pasado más de treinta años, chun chun, chun chun. Pero aún no estoy preparado.
Nota: Relato mensual Octubre para la web ENTC (Esta noche te cuento).
Lema mensual: "...En Aquella película de los 70..."
Ilustración: Mercedes Daza: "Pequeños placeres"
Lema mensual: "...En Aquella película de los 70..."
Ilustración: Mercedes Daza: "Pequeños placeres"