Y no soy capaz de
dar un paso más. Allí me quedo, petrificado, en la orilla con un nudo en la
garganta.
Chun chun, chun chun
y la música me golpea de nuevo las sienes, me cierra el cardias y el corazón
que bombea como si fueran dos.
Chun chun,
chun chun, chun chun, chun chun.
Me lame la ola los
pies hundidos ya en la arena. Miro al frente, el sol reflejado en la superficie
oceánica me ciega, pero llego a ver niños jugando con ruedas de neumáticos que
flotan a la deriva.
Una esbelta rubia
que nada deportiva hacia el fondo rompiendo por un hueco las olas. Una balsa de
goma llena de adolescentes a punto de volcar y algo parecido a una aleta dorsal
que ronda a todos, que se desplaza y vira al acecho.
Chun chun,
chun chun…
Vuelvo a la piscina
de plástico que he preparado para mi hijo pequeño cerca de la orilla, la lleno
de agua del mar y me doy un chapuzón con él y sus tiburones de plástico.
Han pasado más de treinta años, chun chun, chun chun. Pero aún no estoy preparado.
Han pasado más de treinta años, chun chun, chun chun. Pero aún no estoy preparado.
Nota: Relato mensual Octubre para la web ENTC (Esta noche te cuento).
Lema mensual: "...En Aquella película de los 70..."
Ilustración: Mercedes Daza: "Pequeños placeres"
Lema mensual: "...En Aquella película de los 70..."
Ilustración: Mercedes Daza: "Pequeños placeres"
Toda una generación seguimos sientiendo ciertos estremecimientos cuando algo nos roza un pie mientras nos bañamos en la playa.
ResponderEliminarGracias por la visita, la lectura y el comentario. ya te digo!!!! Abrazos
EliminarYo, cada vez que veo uno, me acuerdo del chun chun. Como ahora...
ResponderEliminarjajaja sí creo que com casi todos por eso recorde esa machacona persecución del chun chun...jajaja abrazos guapetona.
EliminarBuen relato Maestro. Palabras que pudiese haber firmado el mismo protagonista de la pelicula tras la misma.
ResponderEliminarBuen intento. A ver si hay suerte.
Un saludo.
Gracias Alfonso, máquina, a ver qué sale pero ya contento de la respuesta y del ejercicio que hice, me divertí escribiéndolo jeje.
EliminarAbrazos
Que haya suerte y el chun chun recuerde que los tiburones marcaron un antes y un después...en tantos que nos metemos entre las olas, con la mirada oteando un triángulo inexistente.
ResponderEliminarUn abrazo. Chun Chun Chunnnnnnn
Gracias Albada como siempre por tu fidelidad y seguimiento. Y ojo con meterte muy adentro en el mar.
EliminarUn relato muy simpático con un trasfondo más profundo. Buen trabajo, me gusta.
ResponderEliminarGracias por andar por aquí Miguel, te debo lecturas y me alegra que te guste.Abrazos
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