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lunes, 4 de abril de 2016

After Shave



Deja unos puntos suspensivos dibujados sobre el vapor adherido al espejo. Está confuso, no sabe exactamente qué le sucede. No comprende por qué no tiene frío al salir de la ducha. Tampoco siente dolor en la herida que le dejó el profundo corte que ayer se hizo en el cuello.

Extiende la espuma de afeitar por sus mejillas y con la mano, limpia de vaho una zona del cristal para ver un rostro que no encuentra, no existe. La masa cremosa de jabón  y la navaja flotan en el aire. Es entonces cuando empieza a encontrar una explicación a su estado invisible

martes, 23 de diciembre de 2014

La vida loca

El Secreto de EPIFABALEste se va a enterar de lo que vale un peine, en cuanto lo vea entrar me va a oír. Hay que enderezarlo, meterlo en vereda. A saber con quién recorre las calles con esa ropa andrajosa. Dicen que siembra el pánico con el joven recién llegado. Gente de posibles, no hay duda, pero de raras costumbres.

El mismo día del entierro lo invitaron y se dieron un atracón de carne cruda, malísimo para sus huesos. Anoche perdió tres dedos y no sabe dónde, más de una vez sale sin la cabeza, la cuelga de la verja y acaban llamándonos la atención. Si lo hubieran incinerado, nada de esto pasaría.

Nota: Un #RelatosEnCadena para terminar el año.
Ilustración de EpiFabal. EL SECRETO.

FELICES FIESTAS A TOD@S Y SUERTE PARA 2015 DE UN ZOMBI MICRORRELATERO

domingo, 29 de junio de 2014

El Infiltrado (Accésit en el Certamen Villa Baños de la Encina)

Autor Maribel MontesinosUna vez consumado, en pocos segundos, ya estaba de vuelta en el cielo. Es una de las muchas ventajas que tiene ser un espíritu, que te desplazas a velocidades supersónicas y es más fácil la huida. También podemos detener el lenguaje a nuestro antojo para comunicarnos, a través de la intuición,  o con  visiones de la mente. Gozamos de la inmaterialidad pero mantenemos la sustancia anímica y la relación sensible con los mortales, básicamente, para no alejarnos de la realidad, y casi nunca necesitamos dormir.

Al principio, era divertido disponer de tanto tiempo, solía escuchar a los profetas, jugar bajo el árbol de la ciencia del  bien y del mal, visitar el museo y tocarle el cuchillo a Abraham o completar un puzzle con los restos del Arca y, de vez en cuando, los domingos, escuchaba con atención, sentado a la izquierda del Padre, los monólogos de las almas del purgatorio. 
Pero los espíritus inquietos como yo nos aburrimos, necesitamos la tentación, el riesgo de bajar a tierra, vigilar el barrio  y poner orden, como hice esta mañana empujando por la ventana al nuevo amante de mi mujer.

Nota: Este relato ha sido premiado con un Accésit en el "III Certamen Nacional de Microrrelatos Villa de Baños de la Encina”.
Ilustración de Maribel Montesinos.