La vergüenza
que nos ganamos aquella noche, en cambio, nos acompañaría para siempre y la única forma de sacarla de nuestra mente
era, como hizo el capitán, meterse una pistola en la boca y dispararse para que pudieran escapar, por el agujero de
la cabeza, el bochorno, la humillación y
el amargo recuerdo de la huida.
Los cadáveres
se hacinaban como sacos terreros conteniendo un río de sangre y los
ángeles de la guarda, mutilados, se liberaban a golpe de sable de los cuerpos para
emprender, en bandadas, su viaje de
regreso. Mientras, nosotros, los atemorizados, los cobardes, pasamos la
vida escondidos en las noches sin sueño donde todo alcanza una magnitud
considerable.
Apuesta REC (Relatos en Cadena) de la SER, semana 20.Frase obligatoria: "La vergüenza que nos ganamos aquella noche, en cambio, nos acompañaría para siempre"
¿Y en verdad habrá suficiente mala consciencia para soportar toda una vida escondidos en las noches sin sueño?
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
Saludos.
María gracias como siempre por tu atenta lectura, yo estoy deuda contigo te debo muchas visitas la verdad para disfrutar de tus textos.
EliminarTe perseguiré en la noche sin sueño.
Gracias abrazos
Se me están gastando las palabras para decir lo mucho que me gusta lo que leo. Pero es que es así. No me da el perfil ReC (si es que puedo tener yo alguna idea de que es lo que busca el jurado) pero me parece una historia genial que junta muchas cosas (de las de aquí y las de no se sabe donde. Suerte para la semana que viene.
ResponderEliminarNi idea de que buscan los jurados, tú lo sabes Juan, escribimos nos presentamos nos leemos, nos comentamos y seguimos intentando pero ahí está el misterio.
EliminarGracias por tus siempre amables comentarios y prometo superarme para manteneros por aquí.
Abrazos, te leo.
Haces unos micros muy buenos y trato de aprender, por eso me surge una pregunta. ¿La primera parte del micro podría bastar por si mismo? Quiero decir, que la segunda parte que habla de los cadáveres es como una aclaración de la decisión tomada y que, tal vez, no hace falta.
ResponderEliminarUn saludo.
Podría ser eres tu quien generosamente me lee y ve lo que ve. No puedo forzar la mirada del lector o lectora. Mi intención es presentar al valiente capitán que se mata en la batalla perdida y el contraste siguiente con el cobarde que va huyendo entre cadáveres. Cierto que podría haber cortado en el primer párrafo, cierto, peo me faltaba el cobarde que era la primera idea o segunda no recuerdo jeje.
EliminarGracias por tu comentario y tu lectura tan atenta eres muy amable., No dejes de leerme me superaré.Seguro. Gracias ya abrazos
Si te superas más te sales. Soy yo la que tiene que ir creciendo y aprendiendo. Este mundo del micro es más difícil de lo que parece.
EliminarUn abrazo.
Jajajaja María "exagerá". Gracias por tus lecturas y comentarios una vez más.
EliminarHasta el primer punto y aparte sería un ReC clásico, je je, con el segundo párrafo magistral.
ResponderEliminarAbrazos Montesinos
Miguel que bien me quieres jajaja exagerao lo de magistral pero me pone jajaja. Muchas gracias, te debo lecturas.
EliminarAbrazos grandes.
Pues me ha encantado. En mi opinión es muy bueno.
ResponderEliminarLa frase de inicio encaja a la perfección en lo que cuentas y lo que cuentas la gana (vamos, que la frase la haces tuya, como creo que ha de ser)
Y ese capitán, y esos cadávares, y esos cobardes.... esos cobardes.
Felicidades, ¿he dicho ya que encantó?
Sí esos cobardes, hay tanto ahora que se esconden tras una pequeña nómina, atrapados por el miedo ala hipoteca al paro... hoy la cobardía es algo muy muy actual.
EliminarAbrazos y gracias
Hola, Monte.
ResponderEliminarUn micro muy serio que habla de la conciencia y de cómo se libró un hombre del peso que cargaba sobre sus hombros. Y de los cobardes, esos que tuvieron que pasar su vida escondidos por no tener el arrojo de su capitán... Puf, no sé en qué grupo me podría meter yo.
Te ha quedado una historia muy potente y un excelente micro.
Un abrazo muy grande.
Towanda, gracias como siempre por tu disciplinada visita a cada relato lo agradezco mucho eres una generosa lectora de mis relatos y de otros muchos y todos te los agradecemos y mucho.
EliminarAbrazos te leo
Manuel, entiendo esa mala conciencia, pero la cobardía me parece tan humana... Los cobardes, literariamente hablando, dan mucho juego. Me gusta tu historia. Un abrazo.
ResponderEliminarSi cierto dan mucho juego, hay miles de personajes novelescos, bíblicos, reales, cobardes que dan un juego tremendo.
EliminarGracias por la lectura y el amble comentario
Saludos
Un relato duro, lleno de imágenes que se desbordan. El título es imprescindible para enfocar la historia hacia el lado de lo que nos cuentas, la mala conciencia.
ResponderEliminarMe parece muy bueno, felicidades.
Gracias Asun, me alegra que te parezca bien enfocado y contado. Es grato saber cosas así.
EliminarMuchas gracia, nos seguimos.
La frase de inicio estaba difícil y la ha podido adaptar perfectamente a la historia. Muy bueno, me gusta.
ResponderEliminarSaludos.
D.Beto, qué tal, ahi seguimos pero no hay manera jajaja, hay mucho nivel y muchas historias no es fácil salir cada semana con estos relatos pero l ointentamos.ç
EliminarGracias, te persigo.
Abrazos
Un poco de lirismo en estos tiempos de micros, tuits y literatura rápida concentrada, como caldo en pastillas, no viene nada mal. Me gusta.
ResponderEliminarMuriel, eres un crac del comentario siempre tan acertado jejeje. No sé si hay lirismo pero desde luego no hay pastilla de caldo jajaa.
EliminarAbrazos amigo.
Vaya, Maestro. Fuerza y redondez le sobran a este relato que debió (una vez más) quedar entre los tres finalistas. Ea!
ResponderEliminarSuerte y abrazos.
Gracias a las dos, me hubiera gustado acercarme a esas finales, pero... está difícil la cosa voy a tu casa a leerte ya.
EliminarAbrazos
Mala conciencia la que se le habrá quedado al jurado convirtiendo en despojo este micro. La vergüenza les acompañará para siempre.
ResponderEliminarJajajaja, lorenzo gracias por la parte que me toca.. habrá que seguir insistiendo.
ResponderEliminarabrazos y gracias