Siempre tuvo una forma mágica de soñar, vivía sus propias aventuras, dormía como ausente y se mostraba emocionalmente distante cuando caminaba en la oscuridad, con los ojos muy abiertos y la mirada firme.
Al principio, fueron episodios alejados en el tiempo-“Sencillos
trastornos del sueño”- insistía el doctor-No hay por qué preocuparse. Hasta que
una noche, arrojó a su hermana por la ventana con la intención de salvarla
porque, en su mundo de sueño infantil, la casa estaba en llamas.
Ilustración de :Andrea Nieto Martínez
Ilustración de :Andrea Nieto Martínez