El día que una ola salte más de lo convenido y nos sorprenda besándonos no habrá vuelta atrás. Nuestros labios, ya inseparables, serán volteados entre la espuma, la resaca nos arrastrará hacia el fondo donde seremos animales nunca vistos.
Las corrientes oceánicas nos abandonarán en alguna playa exótica y desconocida donde el calor nos convertirá en vapor de agua. Viajaremos entre nubes hasta las montañas y, convertidos en una pertinaz lluvia, nos dejaremos caer sobre un río cristalino que nos revolverá en su torrente hasta la desembocadura. El mar nos acogerá y una nueva ola, parecida a la que nos rapto saltará hasta el muelle y nos volveremos a besar.
martes, 12 de abril de 2016
lunes, 4 de abril de 2016
After Shave
Deja unos puntos suspensivos dibujados sobre el vapor adherido al espejo. Está confuso, no sabe exactamente qué le sucede. No comprende por qué no tiene frío al salir de la ducha. Tampoco siente dolor en la herida que le dejó el profundo corte que ayer se hizo en el cuello.
Extiende la espuma de afeitar por sus mejillas y con la mano, limpia de vaho una zona del cristal para ver un rostro que no encuentra, no existe. La masa cremosa de jabón y la navaja flotan en el aire. Es entonces cuando empieza a encontrar una explicación a su estado invisible
martes, 29 de marzo de 2016
Abogados del Futuro
El número de aspirantes a la única plaza ofertada por el bufete había desbordado todas las previsiones. La confusión cundió por la fila de abogados que esperaban su turno para ser entrevistados cuando, entre los requisitos de última hora, además de los habituales: estudios universitarios, máster internacional, dominio de varios idiomas con plenas competencias y manejo de la comunicación 2.0, exigían una alta preparación IT para poder enfrentarse, en una prueba práctica, a la gestión procesal de cualquier dispositivo por avanzado que éste llegara a ser.
El Jurado con plena independencia podía solicitarnos, desde la recuperación de datos de un disco duro borrado anteriormente, al pinchazo de un teléfono o cualquier otra zarandaja tecnológica.
Claramente, no había lugar para reclamación procesal y el puesto de trabajo era fijo de modo que, por primera vez, las horas perdidas fisgoneando las tripas de mi consola, podían convertirme ahora en un fuerte candidato.
El Jurado con plena independencia podía solicitarnos, desde la recuperación de datos de un disco duro borrado anteriormente, al pinchazo de un teléfono o cualquier otra zarandaja tecnológica.
Claramente, no había lugar para reclamación procesal y el puesto de trabajo era fijo de modo que, por primera vez, las horas perdidas fisgoneando las tripas de mi consola, podían convertirme ahora en un fuerte candidato.
miércoles, 23 de marzo de 2016
Español primeros pasos
Las palabras que ha aprendido por la noche las escribe con letra torcida en fragmentos arrancados del cartón que les sirve de manta.
Evita hacer agujeros por donde se colaría el aire veloz de la Gran Vía que empieza a dormitar.
Antes de cerrar los ojos, las mira y las memoriza arrugando la frente. Luego pega su cuerpo diminuto al de su padre para mantener el calor.
Esta noche nota un objeto frío entre los dos. Sin duda es una pistola, quizás sea el juguete que le han prometido y con el que mañana podrá gritar la frase aprendida. “Manos arriba, esto es un atraco”.
Evita hacer agujeros por donde se colaría el aire veloz de la Gran Vía que empieza a dormitar.
Antes de cerrar los ojos, las mira y las memoriza arrugando la frente. Luego pega su cuerpo diminuto al de su padre para mantener el calor.
Esta noche nota un objeto frío entre los dos. Sin duda es una pistola, quizás sea el juguete que le han prometido y con el que mañana podrá gritar la frase aprendida. “Manos arriba, esto es un atraco”.
lunes, 14 de marzo de 2016
Ejercicios previos
Serán solo cien palabras meticulosamente dispuestas y pegadas al lado de cada objeto. Mejor en letra mayúscula que pueda verlas bien desde cualquier punto de la habitación. Al final de la semana, veremos si hay avance o la confusión paraliza el conjunto de los miembros o lo que es peor, el recuerdo y la imaginación se extinguen en una mente fosilizada.
A cada objeto, añadiremos un elemento emotivo, inspirador: junto a la palabra CAMA, DESAMOR, VENTANA irá con DESPEDIDA, sobre la FOTO de mujer anotaremos DESNUDA, y un nombre, MARTINA. En la MÁQUINA DE ESCRIBIR, un papel en blanco donde se leerá, CAPÍTULO UNO.
A cada objeto, añadiremos un elemento emotivo, inspirador: junto a la palabra CAMA, DESAMOR, VENTANA irá con DESPEDIDA, sobre la FOTO de mujer anotaremos DESNUDA, y un nombre, MARTINA. En la MÁQUINA DE ESCRIBIR, un papel en blanco donde se leerá, CAPÍTULO UNO.
viernes, 4 de marzo de 2016
¡Cómo está el servicio!
Subir de nuevo a la habitación en la que el señor está encerrado y de donde sale el humo, es su encargo.
Grita agotada: “Dice la señora no quiere que se muera, era una exageración, perdónela”.
De nuevo, baja muy deprisa al sótano, con la nota que el señor ha pasado bajo la puerta: “Voy a seguir tus indicaciones al pie de la letra”.
Vuelve a subir con la respuesta de ella en otro pósit: “Si dejas de hacer el ganso te devolveré el móvil”.
Lee entrecortada, tose. Se queda quieta, le falta la respiración y decide dejar solos a los ancianos mientras el fuego se extiende por las escaleras.
Obra de : Zilí Katova . katova.blogspot.com
Título: La Casa de la Escalera
Grita agotada: “Dice la señora no quiere que se muera, era una exageración, perdónela”.
De nuevo, baja muy deprisa al sótano, con la nota que el señor ha pasado bajo la puerta: “Voy a seguir tus indicaciones al pie de la letra”.
Vuelve a subir con la respuesta de ella en otro pósit: “Si dejas de hacer el ganso te devolveré el móvil”.
Lee entrecortada, tose. Se queda quieta, le falta la respiración y decide dejar solos a los ancianos mientras el fuego se extiende por las escaleras.
Obra de : Zilí Katova . katova.blogspot.com
Título: La Casa de la Escalera
viernes, 26 de febrero de 2016
Valgo más por lo que callo!
Cada vez que le hablaba del último sobre rechazado el comisario me felicitaba por mi integridad profesional y humana. “Acabaremos otorgándole una medalla”, comentó. En esta ocasión, le referí que no pude negarme por ser otro el contenido. No había, como de costumbre, un fajo de billetes destinado a comprar silencios. El documento, según el confidente, delataba al verdadero asesino del alcalde.
El comisario leyó atentamente los papeles.
-¿Sospecha que haya copias?, me preguntó. Juré que era el único original y entonces, sonriéndome cómplice, empezó a quemar, una a una, las hojas de la agenda al tiempo que me pidió que saliera del despacho y mantuviera el secreto profesional.
Imagen: Cuadro de Fernando del Castillo miembro de la Asociación ALISOS.
El comisario leyó atentamente los papeles.
-¿Sospecha que haya copias?, me preguntó. Juré que era el único original y entonces, sonriéndome cómplice, empezó a quemar, una a una, las hojas de la agenda al tiempo que me pidió que saliera del despacho y mantuviera el secreto profesional.
Imagen: Cuadro de Fernando del Castillo miembro de la Asociación ALISOS.
viernes, 19 de febrero de 2016
Zona Azul
Era de los pocos detectives honrados que quedaban en la ciudad, el único, repetía a los clientes. Cuentan los vecinos que marchó a la capital donde se graduó en una de las mejores agencias, pero al tiempo, regresó al barrio algo sonado. Lo tildaron de romántico en un programa de televisión.
Realizaba su trabajo ataviado con una escrupulosa gabardina beis y una gorra de cazador de zorros. Mantenía la costumbre de fumar en pipa, lo que daba cierto porte al restaurante, iba armado sólo con su lupa y ante cualquier comentario diario
-No lo aparques muy lejos Ernesto.
Contestaba con frases grandilocuentes.
-Elemental querido Watson-y recogía solícito la propina.
Realizaba su trabajo ataviado con una escrupulosa gabardina beis y una gorra de cazador de zorros. Mantenía la costumbre de fumar en pipa, lo que daba cierto porte al restaurante, iba armado sólo con su lupa y ante cualquier comentario diario
-No lo aparques muy lejos Ernesto.
Contestaba con frases grandilocuentes.
-Elemental querido Watson-y recogía solícito la propina.
viernes, 12 de febrero de 2016
En lo bueno y en lo malo
Vivir a lo grande de los bienes gananciales fue la máxima de nuestro matrimonio durante los años que compartíamos todo con generosidad: unos elevados ingresos, un patrimonio común, viajes al Caribe, la casa de la playa, los carísimos regalos de aniversario y los costosos tratamientos, en clínicas de belleza o desintoxicación, según quisiéramos mantener un cuerpo diez o eliminar adicciones.
Fue una de éstas, la que nos arrebató la vida a sorbos y por la nariz. Ahora, cada mañana, cuando se levanta, en estado de abstinencia, pide el divorcio, la ruptura y según el día decide qué parte de las propiedades que tenemos bajo los cartones se llevará.
Pintura de Gisela Quillay: blog
Fue una de éstas, la que nos arrebató la vida a sorbos y por la nariz. Ahora, cada mañana, cuando se levanta, en estado de abstinencia, pide el divorcio, la ruptura y según el día decide qué parte de las propiedades que tenemos bajo los cartones se llevará.
Pintura de Gisela Quillay: blog
viernes, 5 de febrero de 2016
Sospechas
Entre canción y canción, el locutor narra pequeñas historias y acentúa la dedicatoria: “Con todo mi amor para Mario. Juntos muy pronto. Marina”.
“Otra vez esa maldita Marina”, piensa para adentro mientras se recoge un moño alto que despeja su frente y deja ver algunos arañazos en las mejillas. Aunque nunca encontró pruebas, sabe que la tal Marina dedica las canciones a su marido. “Marios hay muchos, pero siento que es para él. Las mujeres sabemos esas cosas”.
Siempre que sonaba el nombre de Mario en el programa y el de Marina se quedaba como alelada mirando la radio. Segundos después, salía de su enajenamiento con las tareas de casa. Hoy, barre los platos rotos, recoge los cristales del espejo partido en mil pedazos sobre la alfombra. Es imposible quitar la mancha rojiza que no termina de coagular. Después, pone en orden, perfectamente colocados, los cuchillos en el taco, cierra las bolsas de basura con dos nudos para que no sobresalgan los trozos y se aplica gotas de lejía en la nariz para anular el mal olor.
Pero cuando encuentra el sacacorchos con restos de su carne, sin saber por qué, lo echa de menos y rompe a llorar.
Andamos por ENTC (Esta Noche Te Cuento) para el primer reto trimestral del año. Tema La Radio.
“Otra vez esa maldita Marina”, piensa para adentro mientras se recoge un moño alto que despeja su frente y deja ver algunos arañazos en las mejillas. Aunque nunca encontró pruebas, sabe que la tal Marina dedica las canciones a su marido. “Marios hay muchos, pero siento que es para él. Las mujeres sabemos esas cosas”.
Siempre que sonaba el nombre de Mario en el programa y el de Marina se quedaba como alelada mirando la radio. Segundos después, salía de su enajenamiento con las tareas de casa. Hoy, barre los platos rotos, recoge los cristales del espejo partido en mil pedazos sobre la alfombra. Es imposible quitar la mancha rojiza que no termina de coagular. Después, pone en orden, perfectamente colocados, los cuchillos en el taco, cierra las bolsas de basura con dos nudos para que no sobresalgan los trozos y se aplica gotas de lejía en la nariz para anular el mal olor.
Pero cuando encuentra el sacacorchos con restos de su carne, sin saber por qué, lo echa de menos y rompe a llorar.
Andamos por ENTC (Esta Noche Te Cuento) para el primer reto trimestral del año. Tema La Radio.
lunes, 1 de febrero de 2016
Anticoagulantes
De aquella dulce chica que conocí en las vacaciones de 1940 ya nada quedaba. Yo tampoco era el mismo. Cada mañana pensaba que el futuro se nos iba de las manos, que desparecía entre los efectos secundarios de las medicinas, que se diluía en la sangre alimentada de sintrom. Los hijos se habían alejado de nosotros. Los dos parecíamos personas con doble fondo, como las cajas de los magos, disimulando para no herir al otro. ¿Pero qué podíamos hacer? Las cataratas de nuestras pupilas no nos dejaban unir con exactitud el filo de la cuchilla con la vena más caudalosa.
Nota: Pasamos a la siguiente ronda (ufff).
Participación en la web de referencia en España del microrrelato ENTC (Esta Noche Te Cuento) y su locura de concurso "La Copa".
Segunda Ronda
jueves, 21 de enero de 2016
La última trinchera
Se abre el telón: una cortina pesada y polvorienta, agujereada por la metralla de los combates de la madrugada que las fuerzas leales consiguieron repeler. Una vereda estrecha e interminable, algunos árboles y el sonido de las cadenas que los unen por los pies. Gritos de un sargento chusquero, el crujir de algún hueso roto por un culatazo en la mandíbula al primero que intentaba separarse de la zanja abierta en la cuneta.
Se cierra el telón: unos párpados macilentos, el estallido de una voz. “Carguen, Apunten, Fuego”. Aún siente la pierna temblar y la tierra caer sobre su rostro.
Nota: Participamos en la web de referencia en España del microrrelato ENTC (Esta Noche Te Cuento) y su locura de concurso "La Copa".
En la primera ronda un micro sobre una increíble fotografía de CHEMA MADOZ y sus "poemas visuales"
viernes, 15 de enero de 2016
La vida es sueño
Por qué demonios sus dueños los han abandonado en ese inhóspito lugar de la razón que produce monstruos.
He decidido recogerlos y hacerlos realidad. Algunos serán difíciles como el de José que desea pasear de la mano de Marita después de haber atropellado a su perro con la bicicleta.
Otros los cumpliré en menos que canta un gallo porque son pequeños y comunes: los que piden un beso por la mañana, alguien que los escuche, aquellos que quieren volar o caer al vacío como mi padre que, en su pesadilla, gritaba desde el puente, que no quería volver y el de mi tío que cada noche soñaba con mi madre embarazada.
He decidido recogerlos y hacerlos realidad. Algunos serán difíciles como el de José que desea pasear de la mano de Marita después de haber atropellado a su perro con la bicicleta.
Otros los cumpliré en menos que canta un gallo porque son pequeños y comunes: los que piden un beso por la mañana, alguien que los escuche, aquellos que quieren volar o caer al vacío como mi padre que, en su pesadilla, gritaba desde el puente, que no quería volver y el de mi tío que cada noche soñaba con mi madre embarazada.
miércoles, 6 de enero de 2016
Infestación
En qué momento de la educación de su niña habían empezado a equivocarse, se repetían una y otra vez. Ella con lágrimas contenidas surcando titubeantes el borde de sus párpados y amarrada a un crucifijo de madera. Él sin apartar la mirada de la carretera rojiza, con la ventanilla abierta, sintiendo la aridez del viento y su sonido deshabitado, para no escuchar los gritos extraviados de su hija. “Te llevaré lejos, muy lejos, a algún lugar muerto cerca de la frontera y le pegaré fuego al coche contigo dentro”. Los gritos se hicieron gruñidos, insultos y letanías poseídas de palabras incomprensibles. Siguieron los golpes y las sacudidas en el vehículo hasta hacerlo volcar.
jueves, 31 de diciembre de 2015
La Gallinita Ciega
¿Qué por qué hago esto? Me preguntas. Pues porque te quiero, mi amor. Porque es tu cumpleaños y es mi manera de darte una sorpresa. ¿Qué por qué te tapo los ojos? Ya sabes que siempre me gustó jugar y no hablo del sexo, que también, pero creo que a ti te atrae más el riesgo. ¿Verdad, amor? No digas nada, deja que la apriete mejor, no vaya a caerse y se rompa la magia. Sé que te pone cachondo que sea una guasona y una incansable bromista, así me conociste y después de tantos años sólo quiero superarme a mí misma. Ve despacio, así, no vayas a tropezar y te lastimes; por nada del mundo deberíamos hacernos daño.
Atento, estamos en el pasillo, se estrecha, no tropieces con las maletas de la chica, la he echado a patadas esta mañana. ¿Que por qué? ¿Tú qué crees?
Con cuidado, vamos a salir a la calle y vas descalzo. Te pincharás con las piedras del jardín, pero no te preocupes, también te he metido las zapatillas de cuadros que tanto te gustan en las cajas. Lo tienes todo bien organizado. Llegó el momento, ya puedes quitarte la venda.
Participación final de año para la publicación on line especializada en microrrelatos ENTC (Esta Noche Te Cuento). El tema era Frank Sinatra y su famoso "My Way".
Atento, estamos en el pasillo, se estrecha, no tropieces con las maletas de la chica, la he echado a patadas esta mañana. ¿Que por qué? ¿Tú qué crees?
Con cuidado, vamos a salir a la calle y vas descalzo. Te pincharás con las piedras del jardín, pero no te preocupes, también te he metido las zapatillas de cuadros que tanto te gustan en las cajas. Lo tienes todo bien organizado. Llegó el momento, ya puedes quitarte la venda.
Participación final de año para la publicación on line especializada en microrrelatos ENTC (Esta Noche Te Cuento). El tema era Frank Sinatra y su famoso "My Way".
lunes, 21 de diciembre de 2015
Feliz aniversario querido
Como sombras disipadas por un nuevo amanecer caen, veloces, los cuerpos sin adiestrar de los novatos hasta convertirse en acrobáticos puntos de fuga de una perspectiva aérea. Supuso que todos, en sus primeros movimientos, repetían lo aprendido minutos antes en la charla del instructor que no dejó de sonreír a su esposa: “en la caída libre intenten abrazar las nubes, saboreen el ácido de la adrenalina y disfruten las intensas emociones que una aventura como ésta puede asegurarles”.
Recordaba sus palabras cuando tiró de la primera anilla y nada. La segunda tampoco funcionó. Tuvo sólo algunos segundos para reprocharle a su mujer que le regalara "una experiencia única".
Recordaba sus palabras cuando tiró de la primera anilla y nada. La segunda tampoco funcionó. Tuvo sólo algunos segundos para reprocharle a su mujer que le regalara "una experiencia única".
viernes, 11 de diciembre de 2015
Rutinas
Vuelven a ser invisibles y no porque dejen de existir o se diluyan en otra dimensión, sino porque yo dejo de verlos. Con el tiempo, ocurre con todo en la vida, es inevitable, pierdo el interés y aparece la penumbra: primero fueron las muñecas, luego las intimas amigas y las discotecas, los primeros novios o las compañeras de trabajo y sus maridos. Con los años, también se eclipsó parte de la familia. Los hijos también se vuelven inexistentes, y ayer mi marido dijo que ni lo miro. Yo solo distingo una silueta inmaterial y transparente sentada en el sillón de siempre.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Héroes en prácticas
Abandonan, primero uno y luego el otro, la habitación del hotel a paso ligero, sin volar, tal y como aprendieron durante el curso para desempleados que los certificó como espías. Tres minutos de reloj les serían suficientes.
Se adivinaba en sus miradas, ocultas bajo la barretina, la sólida tranquilidad de haber realizado la faena superando los estándares de profesionalidad y discreción que la misión exigía. La zona de peligro, definida así en el manual, estaba limpia de micrófonos y cámaras ocultas y el contador de billetes electrónico sin huellas del líder independentista. Si hubieran recordado no llevar el calzoncillo sobre los pantalones, seguro que el operativo habría sido un éxito.
Se adivinaba en sus miradas, ocultas bajo la barretina, la sólida tranquilidad de haber realizado la faena superando los estándares de profesionalidad y discreción que la misión exigía. La zona de peligro, definida así en el manual, estaba limpia de micrófonos y cámaras ocultas y el contador de billetes electrónico sin huellas del líder independentista. Si hubieran recordado no llevar el calzoncillo sobre los pantalones, seguro que el operativo habría sido un éxito.
domingo, 15 de noviembre de 2015
Tormento
Vuelven a ser invisibles pero siguen ahí, al fondo del muro, agazapadas, esperando un mínimo de luz. Pueden seguir los pasos del pelotón o quedarse inmóviles como las de los prisioneros. Una imita el movimiento elegante de un sombrero al aire con orificios de entrada y salida, otras se contorsionan con la caída convulsa del soldado. No vi siluetas de conejos, ni elefantes de la China. Dicen que la del poder es alargada. La mía lo sabe todo, me aterroriza cuando se proyecta gigante, bajo la luna llena, armada con el fusil y me obliga a darles el tiro de gracia.
lunes, 26 de octubre de 2015
¡Ni muerta haría yo eso, ni muerta!
La de cosas que me he perdido en vida. Me arrepiento cada minuto de mi muerte de todo lo que no llegué a hacer con veinte o con cuarenta. Tantos miedos, tantos qué dirán, qué pensarán de mí, de mi familia.
“Yo ni muerta”, decía cuando se supo que la Loli se había marchado con su novio a la capital. Los dos solos, trabajando juntos, acostándose juntos. Mírala ahora, tapando bocas por el pueblo con billetes de los grandes y un marido que la mima. “Ni muerta”, le dije y nunca llegué a acostarme con el único hombre que verdaderamente amé. O cuando me negué a divorciarme por temor a mi padre y al castigo divino. Ni muerta, se me ocurrió reprocharle algo al cerdo de mi marido cuando cada viernes se perdía en la casa de putas.
Perdí grandes oportunidades de ser la mujer que hubiera querido ser y ahora que imaginaba cumplir mis deseos en la otra vida va la imbécil de mi nuera y convence a mi hijo para que me incinere.
Solo me queda la esperanza de que alguien, alguna vez, me frote tres veces para salir de aquí e intentarlo de nuevo.
“Yo ni muerta”, decía cuando se supo que la Loli se había marchado con su novio a la capital. Los dos solos, trabajando juntos, acostándose juntos. Mírala ahora, tapando bocas por el pueblo con billetes de los grandes y un marido que la mima. “Ni muerta”, le dije y nunca llegué a acostarme con el único hombre que verdaderamente amé. O cuando me negué a divorciarme por temor a mi padre y al castigo divino. Ni muerta, se me ocurrió reprocharle algo al cerdo de mi marido cuando cada viernes se perdía en la casa de putas.
Perdí grandes oportunidades de ser la mujer que hubiera querido ser y ahora que imaginaba cumplir mis deseos en la otra vida va la imbécil de mi nuera y convence a mi hijo para que me incinere.
Solo me queda la esperanza de que alguien, alguna vez, me frote tres veces para salir de aquí e intentarlo de nuevo.
Este mes tocaba epitafios.
jueves, 15 de octubre de 2015
El Trato
¿Y cómo es que nunca cambiaron el bombín por otro modelo? No sé, un Panamá como Lexter o un Borsalino como Al Capone. Le pregunté.
Sus pupilas se perdían en una imaginaria frontera entre el bien y el mal.
Me contó que la primera paliza se la dio a su padrastro con catorce años al volver de una fiesta de disfraces. Desde entonces, conservaba el bastón negro y el sombrero de Charlot que encontró por dos libras en el barrio. El mono blanco, las botas militares y los tirantes vinieron después.
“Marketing. Ya sabes” me dijo recogiendo el dinero y la foto del nuevo amante de mi mujer.
miércoles, 7 de octubre de 2015
El coste de la virtud
El puñetero ojo de la cerradura se atascaba un poco pero con el tiempo iría más suave, le dijo, y bien pensado, lo haría más invulnerable a los atrevimientos lascivos de algunos de sus enemigos y él podría marchar a la guerra y a sus conquistas con la tranquilidad de que su bella esposa no sería violada ni ultrajada.
Los celos desaparecerían y la honra de su mujer sería respetada eternamente. Dudó un instante, lo miró fijamente a los ojos pero acabó por entregar la llave al orfebre para que le tomara las medidas exactas a su dulce esposa
Los celos desaparecerían y la honra de su mujer sería respetada eternamente. Dudó un instante, lo miró fijamente a los ojos pero acabó por entregar la llave al orfebre para que le tomara las medidas exactas a su dulce esposa
miércoles, 23 de septiembre de 2015
¡Ánimo Machote! Y ¡El Becario!
¡Ánimo Machote!
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! ¡Alma de botijo! Le gritó aguda estrellando sus caderas por el pasillo.
-De cántaro-le corrigió-.
- ¡Y qué!, los dos están huecos como tu cabeza y tu miembro. Otro análisis negativo. No sé de qué te sirve ese corpachón de semental. Dice la boticaria que el problema va a ser tuyo. Que Dios te ha castigado por salirte de cura -y a él se le anocheció el rostro-. Esta noche, cuando me suba la temperatura abisal repetiremos la postura del predicador.
-¡Misionero!-. Y resignado dejó caer de su mano la pastilla azul que, según la boticaria, le daría otra oportunidad.
El Becario
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! El secreto está en el equilibrio como en todas las cosas importantes de la vida. Hay que apretar los dientes, no mover las alas y sujetar el arco y las flechas con firmeza en el momento del disparo. Deberían haberte enviado unos años antes. A volar y a disparar se aprende mejor cuanto más joven. Ya sabes, los reflejos, la capacidad de respuesta y sobre todo la intuición y la inocencia. Has vuelto a disparar a su marido. Está girando el coche en dirección a la casa, irá directo al dormitorio con la intención de reconciliarse y los pillará desnudos.
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! ¡Alma de botijo! Le gritó aguda estrellando sus caderas por el pasillo.
-De cántaro-le corrigió-.
- ¡Y qué!, los dos están huecos como tu cabeza y tu miembro. Otro análisis negativo. No sé de qué te sirve ese corpachón de semental. Dice la boticaria que el problema va a ser tuyo. Que Dios te ha castigado por salirte de cura -y a él se le anocheció el rostro-. Esta noche, cuando me suba la temperatura abisal repetiremos la postura del predicador.
-¡Misionero!-. Y resignado dejó caer de su mano la pastilla azul que, según la boticaria, le daría otra oportunidad.
¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! El secreto está en el equilibrio como en todas las cosas importantes de la vida. Hay que apretar los dientes, no mover las alas y sujetar el arco y las flechas con firmeza en el momento del disparo. Deberían haberte enviado unos años antes. A volar y a disparar se aprende mejor cuanto más joven. Ya sabes, los reflejos, la capacidad de respuesta y sobre todo la intuición y la inocencia. Has vuelto a disparar a su marido. Está girando el coche en dirección a la casa, irá directo al dormitorio con la intención de reconciliarse y los pillará desnudos.
miércoles, 16 de septiembre de 2015
Videochat
El bate, «¡Eso,
bate!», se le resbalaba de las manos pringosas por el aceite lubricante, pero de un golpe
certero hizo estallar la pantalla de
plasma rompiendo en mil pedazos el reflejo de su desnudez y la de su improvisada
amante. Al otro lado, se escuchaba el jadeo mucoso que le pedía más, que no
parara y que lo mirara fijamente a los ojos
« ¡Esta ciudad pertenece a las alimañas! » y con otro golpe diestro, ya
sin testigos, por puro placer, tiñó de sangre el rostro amordazado de la chica.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Una noche Jack-Una noche Clochard y Asociación de ideas
Volvemos a la disciplina del microrrelato. Tres apuestas para la primera semana de REC (Cadena SER).
"Lo que la ciudad esconde"
Lo que la ciudad esconde. Foto Manuel Montesinos |
Una noche
Jack
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas.
Sin embargo, si alguien le hubiera preguntado habría dicho de carrerilla, sin detenerse, ni titubear siquiera, el avatar con el que las conoció, los detalles de los personajes que inventó para seducirlas y el nombré de cada una de las chicas cuyos miembros esparcía, ahora, por toda la ciudad, como basura, después de hacerse junto a ellas el obligado selfie de noches de verano con el fondo de un romántico amanecer en la playa.
Al abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las cosas.
Sin embargo, si alguien le hubiera preguntado habría dicho de carrerilla, sin detenerse, ni titubear siquiera, el avatar con el que las conoció, los detalles de los personajes que inventó para seducirlas y el nombré de cada una de las chicas cuyos miembros esparcía, ahora, por toda la ciudad, como basura, después de hacerse junto a ellas el obligado selfie de noches de verano con el fondo de un romántico amanecer en la playa.
Una noche
clochard
Al abrir
el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las
cosas y no supo qué coger. Lo que no tenía nombre
seguro que no debía comerse ni sería de utilidad . Si fuera importante lo
recordaría y se mantendría grabado en su memoria para siempre como el hambre,
la soledad, y el beso que le daba su Manuel cada noche bajo la colcha de
cartón.
Asociación
de ideas
Al abrir
el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar el nombre de las
cosas y decidió llamar a los objetos que no
recordaba, por los sentimientos que a ellos le unía. Recorrió toda la casa escribiendo
lo primero que le venía a la mente En la
mesa de la cocina apuntó la palabra “bienmesabe”, en la ventana del comedor
anotó “siempre sola”, en la puerta del dormitorio de sus hijos dejó escrito
“volaron del nido”, en su habitación, sobre
el espejo, puso la palabra llanto, en el cabecero de la cama grabó con un
cuchillo infiel y en la espalda de su esposo pintó con sangre y en mayúsculas
la palabra cadáver.
miércoles, 1 de julio de 2015
El bosque animado: Finalista en IV Concurso de Microrrelatos “Leonardo Barriada
Al lado del porche,
junto al macetero, orugas velludas hacían el pino sobre plantas carnívoras a
dieta. Cuando terminó el concierto, no aplaudí. Tendría que esperar la llegada
de la primavera para desenterrar mis brazos de la tierra cultivada.
Nota: En este enlace podéis ver fotos y escuchar los relatos de finalistas , grandes compas y la ganadora total Yolanda Nava: aquí
domingo, 21 de junio de 2015
Detective Braille (Finalista en wonderland junio)
Empezó a pensar en un nuevo teorema al examinar el relieve marcado por las heridas sobre su vientre El cuerpo de la chica se derramaba sobre la cama.
Descubrió, con el recorrido táctil de sus expertos dedos un nombre inciso en el lampiño pubis, áspero como un jardín zen. Más arriba, el tacto se perdía en un vacío que amputaba la cabeza del tronco.
Cuando se incorporó, sintió sobre su cuello el afilado labio de una hoja que mantenía una gota de sangre inmóvil.
Como el profanador que mora entre las sombras, el asesino había vuelto al lugar del crimen.
Nota: este relato ha sido elegido finalista en la tercera semana de junio). Puedes ver la mención y el resto de relatos finalistas en el blog de RTV.es
Fotografía: Union Libre (poem by André Breton embossed in Braille on a photograph), 2004
Leon Ferrari. wikiart.org
Descubrió, con el recorrido táctil de sus expertos dedos un nombre inciso en el lampiño pubis, áspero como un jardín zen. Más arriba, el tacto se perdía en un vacío que amputaba la cabeza del tronco.
Cuando se incorporó, sintió sobre su cuello el afilado labio de una hoja que mantenía una gota de sangre inmóvil.
Como el profanador que mora entre las sombras, el asesino había vuelto al lugar del crimen.
Nota: este relato ha sido elegido finalista en la tercera semana de junio). Puedes ver la mención y el resto de relatos finalistas en el blog de RTV.es
Fotografía: Union Libre (poem by André Breton embossed in Braille on a photograph), 2004
Leon Ferrari. wikiart.org
viernes, 12 de junio de 2015
La Comunidad. Relato Finalista "II Certamen de microcuentos Vallecas Calle del Libro"
En
cuestión de segundos se estrelló contra el suelo derrotado en su batalla contra
la gravedad. Quedó demostrado que ninguna de las partes de su vertebrado cuerpo
era hueca, a excepción de su cabeza, de
la que, tras el impacto, manó un hilo bramante de sangre sólida que circuló por
el asfalto de la calle principal de nuestro barrio, en línea recta,
hasta la alcantarilla de la esquina.
Había
pasado por el primer piso, a máxima velocidad,
en picado, pero ya en silencio,
aceptando su destino inminente, sin gritar, vencido, con los brazos abiertos en
forma de aspas y las palmas de las manos
extendidas, en un último intento de poder llegar a volar a golpe de ala.
En un
plano anterior, a la altura del tercer piso, intentó salvarse y maniobró dos rizos looping para agarrar la cuerda del tendedero que se rompió y le bordó un lazo mortal que le
seccionó el cuello.
Más
arriba, desde la terraza, su mujer, la
maestra de ciencias, madre de sus hijos y monitora de vuelo aficionada, le dio
el empujón que todos necesitan la primera vez. Tranquila, miró cómplice a sus vecinas segura de que le guardarían el secreto.
Nota: Este relato ha sido Finalista del "II Certamen de microcuentos Vallecas Calle del Libro" el pasado 28 de Mayo de 2015.
martes, 31 de marzo de 2015
De tal palo…
En espera del indulto que lo salvara de la silla eléctrica, el atracador hizo prometer al joven abogado que le haría llegar a su único hijo una cartera oculta en un apartado de correos.
La suspensión de la ejecución nunca llegó, y el abogado, fiel a su palabra, entregó al chico aquella cartera de la que extrajo una pequeña libreta y un revólver que ocultó en el bolsillo de su pantalón corto. Todo estaba perfectamente dibujado. El itinerario más seguro hasta el banco, una ruta de huida en color rojo. Las horas y las esquinas donde estarían apostados los policías sobornados. La evidencia de un trabajo concienzudo.
Estaba a punto de llorar, pero pensó con rapidez: por previsión cargaría el revólver, luego se dirigiría al banco. Todo estaba listo, todo, hasta que el mismo abogado le hizo ver que los pies no le alcanzaban a los pedales del automóvil.
Nota: Relato seleccionado en el mes de marzo en el VII Concurso de Relatos de Abogados y publicado en el portal de la Abogacía
La suspensión de la ejecución nunca llegó, y el abogado, fiel a su palabra, entregó al chico aquella cartera de la que extrajo una pequeña libreta y un revólver que ocultó en el bolsillo de su pantalón corto. Todo estaba perfectamente dibujado. El itinerario más seguro hasta el banco, una ruta de huida en color rojo. Las horas y las esquinas donde estarían apostados los policías sobornados. La evidencia de un trabajo concienzudo.
Estaba a punto de llorar, pero pensó con rapidez: por previsión cargaría el revólver, luego se dirigiría al banco. Todo estaba listo, todo, hasta que el mismo abogado le hizo ver que los pies no le alcanzaban a los pedales del automóvil.
Nota: Relato seleccionado en el mes de marzo en el VII Concurso de Relatos de Abogados y publicado en el portal de la Abogacía
miércoles, 11 de marzo de 2015
Otra vez será
Seguía atrapado allí dentro, en un taxi con olor a desinfectante rancio. Mirando su cuello y concentrado en mi respiración a la que seguía mentalmente como si fuera un vehículo directo a las profundidades de mi cuerpo. La manejaba lenta hasta la garganta reseca y de vuelta por el nudo del estómago lanzaba todo el aire despacio asegurándome que no quedaba ni rastro de oxígeno.
Entonces dejé de hiperventilar y oculté el cuchillo en la mochila. En la
radio quinientas noches, azul, por una décima de segundo. No supe si le pagaba por
la carrera, por librarme del pecado o por la poesía.
Nota La ilustración es un dibujo titulado Sorpresa de Almudena del Mazo. Visita su blog Cada día un dibujo
Una apuesta `pasada a REC.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)